Para el analista político Paulino Arellanes Jiménez, la ausencia de los liderazgos panistas de historia en la presente contienda electoral en el estado de Puebla es un claro reflejo de la crisis nacional que se vive en el Partido Acción Nacional (PAN), entre la corriente encabezada por el expresidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, y la corriente de Gustavo Madero Muñoz, presidente nacional del blanquiazul.

Esa crisis —reveló el investigador de la máxima casa de estudios del estado de Puebla— está regada en los 32 estados del país y como consecuencia en los municipios, lo que les resta presencia y posibilidades de consolidar el sufragio ciudadano a favor de sus candidatos.

En el proceso electoral que actualmente se lleva a cabo en la entidad poblana —agregó el politólogo— parece que el personaje nacional que más interés tiene y lo demuestra es Madero Muñoz, a quien parece que le importa que los comicios de 14 estados que están en proceso electoral se realicen de manera positiva para los candidatos del PAN, pero el resto de los líderes del PAN nacional parece que están metidos en la pugna interna del instituto político.

Para el caso del estado de Puebla —recordó el investigador de la universidad estatal poblana—, el gobernador del estado, Rafael Moreno Valle, trabaja a favor del partido al que supuestamente pertenece, “pero todos sabemos que es una mezcla de panismo y de priismo que no está definida totalmente. Es cierto que pertenece a las filas del PAN, porque oficialmente fue su candidato y después triunfador de las elecciones del 2010”.

Ante eso, Arellanes Jiménez recordó que el actuar del mandatario poblano es netamente priista, pero además enriquece esa actitud porque utiliza el manipuleo y el autoritarismo al no permitir que otras voces se expresen, “pero también tiene amarrado al Congreso local e incluso reprime a las voces disidentes de grupos o personas que en algún momento están en contra de sus proyectos o de su persona”.

Todo lo anterior —recordó el investigador de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales— contribuye a que efectivamente los personajes más importantes del estado de Puebla al interior del Partido Acción Nacional no se manifiesten a favor de su partido político y como consecuencia de sus candidatos, por eso consideró que inmediatamente después del proceso electoral puede presentarse la reintegración del PAN poblano y los panistas naturales pueden emerger.

Desde la perspectiva de Paulino Arellanes, inmediatamente después de las votaciones del próximo 7 de julio el panismo poblano entrará en una etapa de reorganización donde muchos liderazgos que no son visibles en el proceso electoral que está por concluir volverán a la vida política activa en busca de reacomodarse y de prepararse para el futuro inmediato en la lucha política que viene para Puebla.