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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresó este miércoles en un comunicado su "repudio e indignación" por el bloqueo aéreo impuesto por Francia, Portugal, Italia y España a su par boliviano Evo Morales y subrayó que el incidente afecta a toda América Latina y a posibles negociaciones entre las regiones.

"El gobierno brasileño expresa su indignación y repudio al constreñimiento impuesto al presidentes Evo Morales por algunos países europeos, que impidieron la víspera el sobrevuelo del avión presidencial boliviano por su espacio aéreo, después de haber autorizado su tránsito", señaló Rousseff en el comunicado.

La mandataria brasileña manifestó también su sorpresa por el incidente, al que califica de "provocación", cuando algunos de esos gobiernos han denunciado días atrás el espionaje al que habrían sido sometidos algunos de sus dirigentes por parte de Estados Unidos.

Los gobiernos de Francia, Italia, Portugal y España impidieron que el avión de Morales sobrevolara sus espacios aéreos, supuestamente por sospechar que transportaba al ex contratista de la estadounidense Agencia de Seguridad Nacional, Edward Snowden.

La prohibición obligó al avión presidencial boliviano a aterrizar en Viena, Austria, donde la aeronave su revisada por las autoridades locales, quienes comprobaron que Snowden no se encontraba en el avión, que partió de Moscú, Rusia, de retorno a Bolivia.

La tarde de este miércoles, el avión de Morales emprendió el vuelo de vuelta a Bolivia desde Gran Canaria (España) donde aterrizó para una escala técnica, según informó el presidente de Austria, Heinz Fischer.

La supuesta presencia de Snowden en el avión presidencial, "además de fantasiosa, es grave falta de respeto al derecho y las prácticas internacionales y a las normas civilizadas de convivencia entre las naciones. Acarreó, lo que es más grave, riesgo de vida para el dirigente boliviano y sus colaboradores", enfatizó Rousseff.

"Causa sorpresa y espanto que la postura de ciertos gobiernos europeos haya sido adoptada al mismo momento en que algunos de esos mismos gobiernos denunciaron el espionaje de sus funcionarios por parte de Estados Unidos, llegando a afirmar que esas acciones comprometían un futuro acuerdo comercial", agregó.

El disgusto impuesto al presidente Morales "afecta no sólo a Bolivia, sino a toda América Latina", afirmó la líder brasileña.

"Compromete el diálogo entre los dos continentes y posibles negociaciones entre ellos. Exige una pronta explicación y correspondientes excusas por parte de los países involucrados en esta provocación", señaló.

"El gobierno brasileño expresa su más amplia solidaridad al presidente Evo Morales y encaminará iniciativas en todas las instancias multilaterales, especialmente en nuestro continente, para que situaciones como ésta nunca más se repitan", concluyó Rousseff en el comunicado.

La Unión Suramericana de Naciones (Unasur) emitió un comunicado en que repudió el incidente y anunció que convocará a una reunión urgente para analizar el caso, la cual, según informes difundidos por Telesur, se llevará a cabo mañana jueves en Cochabamba, Bolivia.