“Samy”, como era llamado de cariño, en diciembre cumpliría los 13 años de edad y se estaba alistando para ir a la secundaria en el municipio de Tilapa, pero el dengue acabó con su joven vida.

Su papá, José Manuel Huesca Tovar, no lo soportó y soltó en llanto cuando en entrevista acusó al hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Izúcar de Matamoros de malos tratos e incluso negligencia médica en el tratamiento de su hijo.

También los familiares de las victimas acusaron a la Secretaría de Salud de no llevar a cabo acciones preventivas como la fumigación a tiempo.

A unas cuantas casas, su vecina Ana Laura, de 22 años de edad, fue víctima mortal de la enfermedad, conocida en la zona como “la quebrantahuesos”.

Estas familias son algunas de las tantas que han acudido a los nosocomios de esta región de Puebla, donde se encontraron no sólo los cuartos llenos, sino hasta los pasillos, pero poca atención ante la saturación.

“La atención que nos dieron es muy mala, mi hijo iba demasiado mal. ¿Cuál es la forma en que te tienen que ver para que te presten los traslados, más que nada?”, dijo José Manuel.

La familia de Samuel Huesca Callejas o “Samy” fue remitida al hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social de Metepec, municipio de Atlixco pero, desafortunadamente, ante el avance de la enfermedad, no tuvo salvación.

Un reportaje del periódico local La Zafra revela la angustia que se está viviendo en la zona de la llamada “Puerta de la Mixteca”, donde los casos de dengue aumentan cada semana en proporciones alarmantes.

Incluso, acusan a Miguel Cazares García, jefe de la Jurisdicción Sanitaria 07 de Izúcar de Matamoros, de ser uno de los principales responsables de que los vectores no llevarán a cabo la campaña preventiva de fumigación.

Afirmaron, hubo diferencias políticas y nula coordinación con los presidentes municipales para realizar el descacharramiento, ante la proximidad de las elecciones.

Angustia

“Él pedía mucha agua, decía que le dolían los huesos, sus piernas, que se las apretáramos con todas las fuerzas, pero nos decía el médico que no le diéramos agua (…) el sábado estuvo internado, hasta las 11 de la mañana del domingo cuando falleció.

”Cuando nosotros entramos, cuando nos dijo que podíamos entrar, aunque estaba sedado, vimos los aparatos que tenia, uno estaba conectado a los pulmones, estaba en movimiento, o sea que estaba respirando, pero el aparato del corazón dejó de funcionar cuando estábamos ahí.

”Cuando llamé a la enfermera, dijo que nos saliéramos; llegó con la pediatra que lo había atendido toda la noche, ya la doctora nos dijo que habían hecho dos intentos y que ya había fallecido.”

Pero el traslado de Izúcar de Matamoros hacia Atlixco fue un calvario para la familia, ya que lo tuvieron que movilizar con su propio vehículo, sin ninguna ambulancia.

Después de acudir a la clínica 24 del IMSS de Izúcar —donde fueron ignorados por los médicos—, salió abrazado de sus familiares porque no podía sostenerse de pie y respiraba con dificultad: “Las piernas de Samuel ya no tenían fuerza, parecían de trapo”.

En la clínica 24 del IMSS de Izúcar les fue negada la ambulancia para el traslado de Izúcar a Metepec, Samuel fue trasladado por sus propios medios.

“Iba un poquito mejor pero, ya llegando o entrando a Atlixco, se puso más grave, ya no podía respirar. Le dijimos que aguantara, ‘ya llegamos’, pero nadie nos dijo que era dengue”, señaló al referir que toda la enfermedad transcurrió en cuatro días.

El sábado, como a las 11 horas, acudieron al hospital general de Izúcar de Matamoros, donde sólo le dieron un suero que lo calmó, pero no recibió mayor tratamiento.

Por lo tanto, el padre acudió a un médico particular, quien le recomendó que inmediatamente lo llevaran al IMSS, al ser derechohabiente.

Su abuelo Melitón Huesca Tovar recordó que cuando estaba postrado el pequeño en la cama del hospital Metepec del IMSS tenía un color morado en la piel, le faltaba el oxígeno, estaba en agonía.

“Tienes que luchar, hijo, vamos a salir adelante, tú eres muy fuerte y ya verás que pronto nos vamos a ir a la casa, vas a estar bien”, le pedía entre llanto, ya que apenas le tocaba los pies para sobarle y “Samy” gritaba de dolor.

“No abuelito, no me aprietes mucho porque me duelen las piernas, ya no aguanto el dolor.

”¡Enfermera!, ¡doctor! Por favor, pónganle algo a mi suero para que ya me muera, ya no quiero sufrir, no soporto a ver que mis papás sigan sufriendo”, suplicó “Samy”, según cuenta su abuelo entre lagrimas.

“Era un niño muy inteligente, inquieto. Le gustaba mucho jugar con sus primos, lleno de vida, me acompañaba al campo, nunca me dejaba estar solo, atento y muy noble. No hallaba qué darme, una botella de agua o un refresco”, platica su abuelo.

El acta de defunción folio 671 de Samuel Huesca Callejas señala que murió por “Falla Orgánica Múltiple”.

Ana Laura

Ana Laura, de 22 años de edad, empezó con los síntomas un jueves, y el domingo la estaban velando, junto a “Samy”.

De este modo, el poblado de San Félix Rijo, municipio de Tilapa, se vistió de luto. Ahí todos saben que murieron del dengue, no necesitan esperar resultados de laboratorio, la enfermedad es muy conocida en la zona.

Ana Laura dejó a sus dos hijos: Pedro Tovar Mendoza, de 3 años de edad, y Fabián Tovar Mendoza, de tan solo 1 año y 4 meses, y a su esposo Martín Tovar Mendoza.

La joven mujer comenzó con calentura y escalofríos; sentía como que se le partían los huesos. “Por momentos le daban temblorinas que eran incontrolables”, relató Martín.

“En la clínica del Seguro Social de Matamoros había muchas personas que estaban llegando con esos mismos síntomas, dolor de huesos, escalofrío y calentura.

”No les hacían caso; después de tanto quejarse les terminaban dando medicina para la gripe y les pedían que se retirarán.

”Eso no se vale, no es justo. No merecemos la mala atención de su personal, cuando nosotros somos derechohabientes y pagamos los servicios de seguridad social”, dijo molesto.

Los familiares de las víctimas señalaron a médicos y enfermeras de la clínica 24 del IMSS de Izúcar de Matamoros por maltrato y negligencia médica al momento de brindarles atención.

Ana Laura fue con el director de la Unidad Médico Familiar del IMSS, Ernesto Carrillo Olivares, para informarle la mala atención que habían recibido, pero todo quedó en una llamada de atención al personal.

Tras una fuerte agonía, Ana Laura Mendoza Jijón murió el 26 de julio por “Enfermedad Vascular Cerebral Hemorrágica de 24 horas”, especifica el Folio 640 de su acta de defunción.

Ana Laura esperó la ambulancia donde viajaban otros dos pacientes hacia el hospital de Metepec del IMSS, donde iba a ser atendida.

Y es que, a criterio de los galenos, no era urgente. “No estaban a punto de morirse”, como lo dijo el médico de guardia de fin de semana, de nombre Hugo Rojas.

Éste sólo les recetó medicamento para las anginas y la temperatura, y les dio las siguientes instrucciones: “Váyanse a su casa, no tienen nada”. Tres días después murió.

Muerto el niño…

Martín Tovar afirmó que no hubo un trabajo preventivo en la región por parte de la Secretaría de Salud, pero ahora sí, después de que falleció su esposa, las visitas de los vectores o fumigadores han comenzado a recorrer Rijo y otras comunidades de Tilapa.
“¿Ya para qué? El objetivo es prevenir contagio y muertes, todos tienen miedo ahora de contraer el virus que trae la muerte.”

Ahora los fumigadores van casa por casa difundiendo lo que la jurisdicción sanitaria les ordenan informar.

Incluso, le dijeron a Martín Tovar que no crea eso que dice la gente de que su esposa murió por el dengue, que apenas tuvieron una capacitación y no coinciden los síntomas.

Gravedad

Los casos de dengue en Puebla se han triplicado de un año para el otro, lo que mantiene la alerta en distintos municipios, sobre todo en la Mixteca poblana, donde se han registrado presuntamente tres muertes.

Según información de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud (SSA) federal, se han confirmado 565 casos en todo Puebla, 100 en la última semana.

El estudio de la SSA federal señala que en 2012 sólo hubo 102 casos confirmados a la misma fecha y 572 probables, y ahora, al 22 de julio, se han multiplicado por cuatro los casos.

En todo 2012 en Puebla hubo 580 casos de dengue clásico y 28 con fiebre hemorrágica, sin ningún fallecimiento.

Ahora, a poco más de siete meses del año, van 454 casos de dengue clásico y 21 de fiebre hemorrágica, lo que a mantiene la alerta y con cerco sanitario, sobre todo en lugares fronterizos de estados vecinos.

En Izúcar de Matamoros se han registrado 225 enfermos, 20 más en la localidad de Tepexco, y en el resto del estado 209.