Expertos mundiales han alertado a México sobre la falta de medidas para manejar material radioactivo, luego del robo de un camión que transportaba un contenedor con cobalto-60, material altamente peligroso para la salud pública.

El martes 3 de diciembre, la Secretaría de Economía (SE) reportó el robo de un vehículo que llevaba material usado para el tratamiento de teleterapia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El contenedor de cobalto-60 era trasladado desde la ciudad de Tijuana, en el estado de Baja California (noroeste del país) hasta el Centro de Almacenamiento de Desechos Radioactivos, ubicado en el municipio de Temascalapa, a 50 kilómetros de la comunidad de Hueypoxtla, del central estado de México, cuando el automotor junto al material peligroso fue robado por desconocidos.

En la noche del miércoles, tres hombres fueron trasladados a la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía), en donde declararon sobre el porqué llevaron el encofrado de la fuente radioactiva a su hogar.

Los acusados señalaron haber creído que se trataba de un cigüeñal de un vehículo y que pretendían venderlo por kilogramo como fierro viejo, es decir, de desecho.

Ante el riesgo de una fuga de radioactividad en esa zona del país, expertos señalaron que el verdadero peligro que representa la pérdida de material radioactivo son los accidentes que pueden ocurrir, debido a la desinformación sobre el manejo de ese tipo de materiales.

Mark Hibbs, uno de los principales miembros del programa de políticas nucleares del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, expone en una entrevista que la pérdida o robo de materiales nucleares debe de generar un cierto grado de alarma.

Según Hibbs, no es causa de preocupación la posibilidad de crear una bomba "sucia" -un arma relativamente barata de fabricar que disemina elementos radiactivos en la atmósfera-, ya que pese a que es teóricamente posible su fabricación, el material es "increíblemente caliente".

La breve manipulación de este material podría resultar en una dosis fatal de radiación, indicó el experto en entrevista publicada el viernes en el diario estadounidense The Washington Post.

"El cobalto es un metal y cualquiera que quisiera ocuparlo en una bomba tendría que cortarlo o procesarlo. El hacer esto sin sufrir envenenamiento radioactivo inmediato requeriría un sofisticado equipo de laboratorio, además de experiencia para lograrlo", señala Hibbs.

El especialista en temas nucleares destaca que, a pesar de que existe la posibilidad de fabricar  esta arma con cobalto-60, el verdadero peligro recae en los accidentes más simples, el tipo de accidentes que pueden ocurrir, debido a las escasas medidas de seguridad entre la mayoría de la población sin la comprensión de la peligrosidad de los materiales radioactivos.

Hibbs puntualizó que el verdadero riesgo es que países como México tienen fallas en los protocolos para transportar y mover materiales radioactivos, sin las medidas de seguridad necesarias, para evitar poner en riesgo a personas inocentes.

Al respecto, el físico matemático del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Bernardo Salas, comentó que una vez localizada la fuente hurtada de cobalto-60, se deben tomar las medidas para evitar reincidencias.

En declaraciones a la prensa, el experto dijo que, según la información disponible, se aprecia que la caja con la fuente de cobalto-60 no tiene advertencias obligatorias en todas sus caras con la leyenda en tamaño grande "PELIGRO: MATERIAL RADIOACTIVO", ni el símbolo internacional de la radiación, el cual consiste en un trébol color magenta sobre fondo amarillo, o el mismo trébol en color rojo sobre fondo amarillo.

El robo en México de ese material causó alarma internacional, e incluso el presidente estadounidense, Barack Obama, a través de un vocero, informó el jueves que estaba complacido de que las autoridades mexicanas pudieran recuperar el camión que transportaba el material radioactivo, así como su peligrosa carga, horas después de que fuera robado.

Por su parte, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) indicó que las personas en las inmediaciones del contenedor radioactivo no corren riesgo.

En entrevista con Xinhua, la especialista de la Facultad de Medicina de la UNAM, Paulina Bezaury, dijo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que ningún ser humano debe de estar expuesto a más de 100 milisieverts al año, pues en caso contrario se presentarán manifestaciones físicas como pérdida de cabello, diarrea, vómitos, náuseas y quemaduras cutáneas.

La experta universitaria destacó que la mejor medida de prevención ante la exposición a niveles mínimos de radiación es el consumo de comprimidos (pastillas) de yodo para proteger la glándula tiroides.

En este sentido, al menos 25 personas fueron sometidas a exámenes médicos en una clínica del IMSS del central estado de Hidalgo, cercano al sitio del robo de cobalto-60, y la mayoría de ellos dieron negativo.

Sin embargo, tres de ellos presentan un cuadro de vómitos, náuseas y dolores de cabeza, por lo que no se descarta que pudieran estar contaminados con radiación.

Por su parte, la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) informó que está controlado el riesgo por robo de material radioactivo, y precisó que se realizan labores de confinamiento de la cápsula, de aproximadamente dos centímetros de diámetro.

La Coordinación Nacional de Protección Civil, de la Secretaría (ministerio) de Gobernación (Interior), informó que a las 17:30 horas locales del pasado jueves fue localizada la totalidad del material radioactivo, y se realizan las tareas de recuperación para su confinamiento.