El rastro de Puebla por fin recibió la certificación que lo acredita como Tipo Inspección Federal (TIF) después de la inversión de 40 millones de pesos que se invirtieron para la modernización del área de sacrificio de porcinos.

Lo anterior, luego de que el presidente municipal Eduardo Rivera pusiera en operación la línea de sacrificio de cerdos.

Tuvieron que pasar más de 40 años para que Puebla se convirtiera en la séptima entidad del país en recibir esta certificación para garantizar a los poblanos de la capital, de otras partes del estado y de algunas ciudades aledañas a la entidad, un consumo de carne sana.

Con lo anterior, el matadero municipal se convierte en Tipo Inspección Federal, lo que permitirá que los introductores de carne incursionen en los mercados nacional e internacional, al contar con altas medidas de higiene que también combatirán el clandestinaje.

Durante el evento, el edil capitalino Eduardo Rivera Pérez dio a conocer que la inversión global del área de porcinos rondó en los 40 millones de pesos, y anunció que el gobierno federal autorizó 18.8 millones para la construcción de la línea de bovinos del rastro de Puebla.

Asimismo, comentó que diariamente se matan mil cerdos y se cuenta con la capacidad para 2 mil; con el nuevo rastro, dijo, se garantiza carne idónea para consumo humano.

“Hemos hecho la tarea, hemos cumplido la promesa de campaña, Puebla es el tercer productor de cerdo a nivel nacional con 82 mil toneladas anuales, por eso cumplimos el compromiso signado en campaña. Dijeron que no lo podía lograr y hoy estamos cumpliendo a ustedes y a Puebla”.

El edil poblano destacó que desde hace 13 administraciones, aproximadamente 40 años, Puebla no laboró para alcanzar esta certificación. Sostuvo que se generan 134 empleos directos y 400 indirectos y se producen 82 mil toneladas anuales de carne porcina para la venta.

Por su parte, Hugo Fregoso Sánchez, representante del Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) indicó que a nivel nacional sólo siete rastros tiene la calidad TIF, entre ellos Puebla capital, situación que es plausible pues se reducen las enfermedades producto de carne contaminada y el uso de sustancias prohibidas como el clenbuterol.

“Abrir un rastro TIF significa combatir la ilegalidad, como usar sustancias prohibidas. Puebla ha dado un paso importante, se reducirán las enfermedades que se transmiten a través de la carne. Es un paso firme para contar con una ciudad digna, con la certificación podremos proporcionar productos de calidad”.

Cabe destacar que para la construcción de la nueva línea de sacrificio, la comuna poblana destinó 40 millones de pesos, de recursos propios, que se utilizaron para la remodelación de los corrales, el acondicionamiento de los drenajes, la construcción de la nave alterna para el sacrificio, el escaldado, el proceso de pelado en sus cuatro fases, el andén de carga, las cámaras de congelación y las plataformas, además del rediseño de sanitarios.