Luego de 14 días, finalmente la llamada Estrella de Puebla volvió a girar, tras un trabajo de mantenimiento que la tuvo detenida
La Secretaría de Transportes (ST), por medio de un comunicado, informó que se reanudaron las operaciones de forma exitosa, luego de haber concluido los trabajos de supervisión y mantenimiento en el observatorio poblano.
Cabe destacar que Intolerancia Diario reveló el 26 de noviembre la descompostura de algunas de las 54 góndolas que escurrían agua, al parecer del aire acondicionado.
En ese tiempo la oficina de prensa de la ST minimizó el asunto, pero el 10 días después, el 6 de diciembre, se suspendieron las actividades, reanudadas este fin de semana.
“Personal capacitado y especializado llevó a cabo la revisión general de todo el sistema hidráulico, mecánico, eléctrico y operativo del mismo, determinando que existen las condiciones óptimas para iniciar de forma inmediata su operación”.
Debido a esta situación, se anunció que el horario de la Estrella de Puebla se ampliará de lunes a domingo de 11 a 21:30 horas, a partir de este día y hasta el próximo lunes 6 de enero de 2014.
A partir del martes 7 de enero de 2014 la rueda de observación retomará sus actividades en los siguientes horarios: lunes a viernes de 16 a 21:30 horas, y sábados y domingos de 11 a 21:30 horas.
“El gobierno del estado agradece la comprensión de turistas y poblanos por los trabajos de mantenimiento y supervisión que se realizaron en el observatorio poblano, con la finalidad de garantizar la seguridad e integridad de los usuarios”, concluyó el comunicado
La advertencia
Fue el 25 noviembre cuando este medio publicó que al menos dos góndolas de la rueda de observación presentaron algunas fallas, al parecer del sistema de aire acondicionado, sin embargo esto no fue motivo suficiente para detener su accionar.
Pero la oficina de Secretaría de Transportes, encargada del proyecto, señaló no tener conocimiento de ningún desperfecto, por lo que se minimizó el asunto como no grave.
Fotografías tomadas por Intolerancia Diario documentaron cómo en las góndolas escurría visiblemente agua de algunas mangueras debajo de las cajas del sistema de aire acondicionado.
Sin embargo, ambas góndolas se utilizaron de manera normal abordando pasajeros a ellas y no se detuvo el accionar de la rueda en general.
Asimismo, a un lado de la estructura de 80 metros hay una especie de excavaciones, las cuales tampoco se aclaró qué trabajo se está realizando.
Primera suspensión
El 30 julio cientos de turistas quedaron atrapados en las góndolas, luego de que se parara intempestivamente tan sólo a una semana de haberse inaugurado.
Ese día la estructura, que costó más de 400 millones de pesos, tuvo una falla mecánica y eléctrica, según versiones extraoficiales, luego de que el gobierno estatal hiciera mutis sobre el asunto.
Posteriormente, se aclaró que falló una pieza, la que tuvo que restituirse, pero tuvo que ser traída desde Alemania, por lo cual se detuvo varios días.
Personal de seguridad, e incluso del Cuerpo de Bomberos, quedaron apostados en el sitio por cualquier contingencia y ayudaron a rescatar a los paseantes que quedaron atrapados por cerca de una hora en las góndolas utilizando incluso escaleras.
Así se vio bajar a familias enteras de las góndolas, en algunos casos desesperados tanto por el calor como por la lentitud del rescate.
Según fuentes de la Secretaría de Transportes, informaron aquel día que el sistema se atoró cuando aseguran apenas habían llenado cuatro cabinas con alrededor de 32 personas.
Testigos o víctimas de la situación señalaron que en las bocinas colocadas en las góndolas se escuchaba la grabación: “Guarde la calma, estamos atendiendo el problema”, pero pasó mucho tiempo y entraron en desesperación.
Aunque acudió al lugar el jefe del Departamento de Capacitación de Protección Civil municipal, Eduardo Vergara, éste se negó a dar una entrevista para transparentar la situación de la estructura pagada con el erario.
Hubo gente que estaba formada por más de dos horas y que, tras el anuncio de que no daría vueltas la Estrella de Puebla, reclamaron para que les fueran respetados sus lugares.
Tras las quejas, personal optó por firmar los boletos para que los ocuparan al día siguiente, aunque hubo quienes dijeron que no se subirán jamás.
El récord
La rueda de observación fue certificada por Guinness World Records como la rueda de observación transportable más grande del mundo.
Cuenta con 80 metros de altura como parte de un proyecto integral de turismo que incluye el Parque Lineal y la rehabilitación del Jardín del Arte en una primera etapa.
Sin embargo, la noria poblana hasta la fecha se encuentra en medio de la opacidad al no transparentarse no sólo lo invertido, sino hasta en los permisos de su construcción, luego de que la ST reservará toda la información
Incluso, en la Comisión de Acceso a la Información Pública (CAIP) existen diversos recursos de revisión sobre la información del uso de recursos públicos para la rueda de observación.
Los datos fueron solicitados por ciudadanos, periodistas y hasta organismos de transparencia como la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), pero ninguno fue respondido al ser restringidos los datos.
No sólo la Secretaría de Transportes, a cargo Bernardo Huerta, reservó la información, sino también el ayuntamiento de San Andrés Cholula, pero posteriormente la CAIP ordenó entregar la información.
Intolerancia Diario se dio a la tarea de solicitar los permisos de construcción a los ayuntamientos de Cholula y Puebla, aunque ninguno los entregó.
María Ashwell Mallorquín, antropóloga investigadora con reconocimiento internacional, junto con otros especialistas, en entrevista dijeron que se están realizando obras “faraónicas” en un estado dónde 60 por ciento de la población vive en la pobreza.
La investigadora, integrante del Comité Defensor del Patrimonio Histórico, criticó que la instalación de una rueda de la fortuna de 80 metros de altura.
“Nuestra ciudad no es un parque temático, parece que se va a ir a Disney World, nuestra ciudad tiene cultura, si nosotros la borramos la cultura heredada no tendremos conciencia de cómo habitar una Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad”.
