El Congreso que prometió ser la “caja de resonancia” de los intereses de los poblanos al iniciar la Legislatura culminó su última sesión en un símil de programa de Laura Bozzo. El Congreso se convirtió en un set de programa de Laura Bozzo versión LVIII Legislatura, reto a golpes incluido.

No le bastó a los legisladores aprobar leyes en menos de cinco horas, como la célebre “ley Mondragón”, o sesionar con la sede legislativa “blindada” para aprobar la Reforma Energética; aprobar leyes que posteriormente corregían por amparos promovidos por ciudadanos o aprobar reformas de leyes que resultaban anticonstitucionales.

No le bastó a los legisladores nada de eso. Para cerrar una de las Legislaturas que inició de manera prometedora, dos diputados que llegaron al Congreso local a través de la coalición Compromiso por Puebla se enfrascaron en una acre discusión en la que se retaron a golpes desde la tribuna del Poder Legislativo.

Los diputados pasaron de la aprobación de leyes sin leer los dictámenes al “¡Ya cállate, cabrón!” con el que el legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Eric Cotoñeto Carmona le respondió a su compañero legislador Héctor Alonso Granados cuando éste le reclamó su participación en las movilizaciones callejeras en contra de la Reforma Energética.

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En la última sesión pública del Congreso local, el legislador del Partido Nueva Alianza Héctor Alonso Granados subió a tribuna para recriminarle al legislador del PRD Eric Cotoñeto Carmona que se había movilizado en contra de la Reforma Energética protestando afuera del Congreso local, “orquestando” agresiones en contra de los diputados locales, quienes con dificultad pudieron ingresar al recinto legislativo.

Sin embargo, ante las críticas del legislador panalista, quien le exigió a Cotoñeto Carmona disculparse en el pleno por su actividad política, el perredista le recordó a Alonso un par de reacciones viscerales del diputado del Panal en el pleno: “Las disculpas no son hacia mis compañeros diputadas y diputados, las disculpas las ofrecemos a la ciudadanía si en algún momento incurrimos en no dejar pasar en las calles, son a ellos, nosotros hicimos lo que creíamos que en ese momento era lo mejor”.

Alonso Granados se levantó de su asiento e interpelaba al orador perredista: “Y le recuerdo a mi compañero diputado que esa exigencia de la libertad de expresión, que no lo olvide, hace poco más de hace año y medio, dos años.

”Aquí, en este recinto el que exige la libertad de expresión, intentó coartarla a los compañeros reporteros. Que no olvidé cómo empujó al compañero reportero y también cómo subió a quererlo bajar, y también recordar la discriminación que hizo a un compañero asesor de diputado, también de izquierda; eso es lo que no se debe de olvidar”.

La intervención de Cotoñeto recibió aplausos desde las graderías. Quizá los únicos aplausos en toda la Legislatura.

Alonso Granados desafiaba de pie a Cotoñeto Carmona: “Se te olvida quién te trajo a este recinto. ¿Por esa izquierda que dices que no vale nada? Y te apuesto que vas a querer ser candidato a diputado federal conmigo”.

Intenso, Cotoñeto Carmona pasó a la respuesta verbal: “Conmigo no estás jugando, órale, a la hora que quieras. No te tengo miedo, Héctor”, retó Cotoñeto a Alonso.

De manera infructuosa, el presidente de la mesa directiva, Gerardo Mejía, intentó mesurar los ánimos de los dos legisladores: “No es un diálogo”.

Exasperado, desde la tribuna legislativa, Cotoñeto Carmona le respondió a Alonso Granados: “Ya cállate, cabrón, eres más cobarde tú”.