Vecinos de la colonia Azcárate realizaron una protesta en contra de lo que será la construcción de una despachadora de gas de la empresa “Gazel” —de procedencia colombiana— en la 26 Sur, entre 7 y 9 Oriente. Con pancartas en contra de esta edificación, los inconformes denunciaron que a base de engaños y la presentación de firmas apócrifas de “supuestos habitantes” avalando la construcción del lugar es cómo han tratado de iniciar la edificación.

Los habitantes aseguraron que las “supuestas” firmas de vecinos no corresponden a los de la colonia Azcárate, sino a otras aledañas al lugar y de los propios trabajadores de “Gazel”, además de que las supuestas copias de las credenciales de elector que presentan son poco legibles para comprobarlo.

Aseguraron que las firmas de los vecinos que autorizan la edificación de la gasera son apócrifas, pues en la documentación que presentan los supuestos encargados de obra no son de la colonia: “¿Cómo es posible que presenten firmas de vecinos aprobando esta obra, si todos estamos en contra? Comprobamos que las firmas no son de vecinos del lugar, sino de otras aledañas o, en el peor de los casos, de los propios trabajadores de la empresa”.

Desde su instalación, los dueños de esta empresa de origen colombiano realizaron todo de manera irregular, ya que reunieron por lo menos cinco firmas de supuesto vecinos que no viven en esta colonia, por lo que se trata de información apócrifa: “No fueron informados ningún vecino, que nos enteramos por una persona que iba caminando y nos enseñó el formato que ellos querían. Ellos tienen supuestamente cinco personas de la 5 Oriente, siendo que ahí hay puras industrias y que no viven. Luego me salen que uno es de la 26, tiene un taller mecánico y no vive (ahí)”.

Los colonos afirmaron que antes de que iniciaran la demolición del predio donde quedará la despachadora de gas, empleados de la empresa engañaron a los vecinos que comenzaban a inconformarse, pues llegaban a los hogares para informar que en el lugar se construiría un centro comercial: “Nos trataron de engañar. Llegaron personas diciendo no que había motivo para inconformarse y hacer movilizaciones porque en el predio que comenzó a demolerse desde el 31 de diciembre pasado estaba el proyecto para construir un centro comercial, no una abastecedora de combustible”.

Por ello, exigieron a la autoridad municipal —que al momento no ha dado respuesta a sus solicitudes— que frene esta construcción porque viola todas las disposiciones, pues a menos de 20 metros se encuentran dos gasolineras, a menos de 100 metros se ubican varias escuelas e universidades y porque la zona es de alta población. De no hacer caso a sus peticiones, los inconformes estarán cerrando a la circulación la 24 y 26 Sur en los próximos días.

Una bomba de tiempo


Esta nueva surtidora de gas se ubicará en medio de dos gasolineras. La primera se encuentra en la 24 Sur y 7 Oriente y la segunda, en la 26 Sur y 9 Oriente, por lo que con la instalación de esta gasera se contarían con por lo menos con tres distribuidoras de combustible en menos de tres cuadras.

El temor de los vecinos es derivado de que alrededor se cuenta con una primaria, un kínder y una universidad, además de las instalaciones de la Secretaría de Finanzas, Bancos y el Parque Ecológico, incrementando las consecuencias de una posible explosión.

Incluso, los dueños intentaron sobornar a algunos opositores a la obra con 50 mil pesos, para detener la inconformidad, por lo que no descartó que a las autoridades responsables les hayan entregado más dinero para sobornarlos. Además de que dentro de la construcción no se cuentan con las medidas de seguridad, necesarias, al grado de que dentro del proceso de demolición del predio se cayó una barda poniendo en riesgo la vida de las personas que transitan por esta parte de la ciudad.