La capital poblana podría enfrentar en 10 años un grave problema de desabasto de agua en caso de que no se continúen con los programas preventivos de la recarga de los mantos acuíferos de la red de agua, sobre todo, de la Malinche y Valsequillo, además de detener el crecimiento de la ciudad y preservar el suelo agrícola y forestal.

De acuerdo a los datos proporcionados por el encargado del IMPLAN, del año 2000 al 2009 la disponibilidad anual de agua subterránea en el Valle de Puebla pasó de 68.41 a 18.41 millones de metros cúbicos del vital líquido, es decir, una reducción de 271 por ciento.

Indicó que si la tendencia sigue a este ritmo los mantos acuíferos de la capital se agotarán en los siguientes 10 años, toda vez que Puebla registra un crecimiento a imagen y semejanza de ciudades grandes, como es el caso del Distrito Federal, con una política centralista y proyectos que no respetan a la naturaleza, hay casi tres metros de parea verde por cada habitante, y la Organización de las Naciones Unidades recomienda 12 metros por persona.

Por ello, en caso de que no se lleve a cabo adecuadamente cada uno de los proyectos que están inmersos con la recarga de los mantos acuíferos, sobre todo, de las barrancas y bajadas de agua de la montaña de La Malinche, y con proyectos de largo plazo en torno al cuidado del medio ambiente y de la utilización del uso de suelo.

Además, detener el crecimiento de la ciudad para evitar que este siga impactando sobre las recargas de agua, entonces en menos de una década se enfrentaría un desabasto del vital líquido.