Un tribunal español imputó al Barcelona de fraude tributario por 9.1 millones de euros (12.5 millones de dólares) por la transferencia del delantero brasileño Neymar.

El juez Pablo Ruz expresó en su fallo, presentado el jueves, que hay suficiente evidencia para presentar acusaciones por el fichaje de Neymar el verano pasado procedente de Santos, por 57 millones de euros (entonces 77 millones de dólares).

"Las cantidades económicas abonadas por el FC Barcelona y que excedieran del pago al club cedente... podrían responder, en cuanto a su verdadera naturaleza, a una mayor retribución al propio jugador", dijo el auto del tribunal, "teniendo en tal caso la consideración de rendimientos del trabajo, y debiendo tributar por este concepto".

El juez concluye la apariencia de una "simulación contractual presuntamente llevada a cabo entre las partes firmantes de los acuerdos, que pudiera evidenciar una falta de correspondencia entre la causa y finalidad real de los compromisos y obligaciones económicas en aquellos documentados con el título nominal y apariencia formal de los contratos suscritos".

La decisión del jueves se produce un día después que el fiscal José Perals acusó al Barcelona de fabricar contratos falsos y utilizar "ingeniería financiera" para estafar al fisco español.

Ruz también investiga por el acuerdo al ex presidente del club, Sandro Rosell, que se presentó ante la corte después de que un socio del club, Jordi Cases, un farmacéutico de Olesa, cerca de Barcelona, presentó una demanda.

Rosell renunció poco después que surgió información que 40 millones de euros (55 millones de dólares) de la transferencia fueron pagados a una compañía del padre de Neymar, a quien Ruz citó a testificar.

Barcelona niega los cargos, mientras que Neymar se volcó a las redes sociales antes de la decisión del juez para ventilar la situación en la que se encuentra su familia.