Al presentarse el “Informe sobre la calidad de la ciudadanía en México”, realizado por el INE y el Colegio de México, se arrojaron datos en torno a la desconfianza hacia distintos actores políticos nacionales.

En general, a nivel nacional, el nivel de confianza hacia instituciones y organizaciones políticas y sociales no supera la mitad de los encuestados excepto en tres casos: el Ejército (62%), los maestros (56%) y las iglesias (55%).

Los encuestados confían un poco más en el Gobierno Federal que en el gobierno de su estado y municipio (36 contra 30%). Por su parte, la confianza en los partidos políticos y los diputados está por debajo de 20 por ciento, y la confianza en la autoridad electoral es de 34 por ciento.

A mayor nivel de educación e ingreso los ciudadanos tienden a confiar más en las instituciones y organizaciones. Los hombres tienden a confiar un poco más que las mujeres (38 contra 36%), y encontramos una relación negativa entre edad y el nivel de confianza de la ciudadanía, es decir, los jóvenes expresan más confianza que los adultos mayores.

Los resultados del informe servirán como una sólida base de futuras investigaciones y el diseño de políticas públicas.

El documento es un extenso estudio en torno a la relación entre las instituciones del estado y las formas de participación de los ciudadanos en todo el país.

La confianza en las instituciones es importante porque de esa forma el ciudadano confía en el funcionamiento institucional. En la encuesta preguntamos el nivel de confianza sobre varias instituciones así como organizaciones, se señaló en el documento del INE, de 280 páginas, presentado ayer en la ciudad de México.

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Además, el tema de la discriminación se profundiza en nuestro país.

La práctica de la discriminación es todavía un mal presente en la sociedad mexicana.

En una democracia de calidad, el sistema legal es respetado y reconocido, la ley se asume como la mejor manera para establecer las reglas del juego y generar confianza ante la incertidumbre.

La práctica de la discriminación es todavía un mal presente en la sociedad mexicana y así lo muestran los datos obtenidos en la encuesta que desarrollamos, se señala en el informe.

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El informe muestra que México se encuentra en un complejo proceso de construcción de ciudadanía que se caracteriza, en términos muy generales, por una desconfianza en el prójimo y en la autoridad —especialmente en las instituciones encargadas de la procuración de justicia— la desvinculación social en redes que vayan más allá de la familia, los vecinos y algunas asociaciones religiosas y, en general, desencanto por los resultados que ha tenido la democracia.

Una democracia de calidad es una tarea compartida que requiere una vasta suma de esfuerzos. Si queremos una democracia de calidad es importante contar con ciudadanos organizados que denuncien abusos y desvíos, llamen a cuentas a sus gobernantes, propongan e implementen soluciones a los problemas que les aquejan y se conviertan en un contrapeso al Estado. La consolidación democrática exige instituciones que generen confianza e incrementen la responsabilidad del gobierno frente al ciudadano común. Esto sólo pueden hacerlo los gobiernos si responden con prontitud y eficacia al interés público, eliminan las prácticas corruptas y protegen las nuevas libertades.

El informe, a partir de sus hallazgos, hace un llamado cívico e invita a todos como ciudadanos, desde sus distintos ámbitos de competencia, a emprender acciones que permitan la consolidación del ejercicio pleno de la ciudadanía en México.

Al Congreso le toca legislar para que la participación y el ejercicio de los derechos de los ciudadanos sean más sencillos y menos costosos, así como para promover su acceso igualitario a bienes y servicios públicos. A las instituciones le toca trabajar en favor de la recuperación e incremento de la confianza de los ciudadanos. Esto será posible siempre y cuando se abran canales de comunicación, control y participación ciudadana en el proceso de la toma de decisiones de los asuntos públicos. A los ciudadanos nos toca aprovechar esa legislación y esos canales para pasar de la pasividad a la actividad y al ejercicio pleno de nuestros derechos, señala el documento del INE y Colegio de México.


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El Instituto Nacional Electoral (INE) presentó el “Informe País sobre la calidad de la ciudanía en México”, un estudio que tiene como objetivo contribuir a la generación de una política de educación cívica que coadyuve a la formación de competencias cívicas, fortalezca la convivencia democrática, promueva el ejercicio de los derechos ciudadanos e impulse espacios de participación ciudadana.

Durante la presentación realizada en el Museo Interactivo de Economía (MIDE), el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, aseguró que el fortalecimiento de la ciudadanía contribuye a la reconstrucción del tejido social y a una mayor estabilidad política en una sociedad de derechos. Una ciudadanía fuerte impulsa la rendición de cuentas, la eficiencia gubernamental y la recreación de la democracia, afirmó.

Córdova Vianello subrayó que es necesario construir una política de Estado en materia de educación cívica, porque hasta ahora ha habido esfuerzos importantes pero aislados, pese a la urgencia de impulsar objetivos convergentes. Por ello, dijo, las acciones en la materia deben ser alineadas en un eje rector para lograr una profunda transformación cultural.

El consejero presidente dijo que es necesario elevar la confianza social en las instituciones con una estrategia a largo plazo para erradicar la percepción actual de que 66 por ciento de la ciudadanía considera que las leyes se respetan poco; cambiar la apreciación que tienen siete de cada 10 mexicanos de que no se puede confiar en las demás personas, o bien de 75 por ciento que dice no conocer a alguien que le pueda ayudar ante cualquier injusticia.

Por su parte, el magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Pedro Esteban Penagos López, reconoció la importancia del informe, pues aseguró que una ciudadanía mejor formada e informada es, sin lugar a dudas, más libre y democrática.

Subrayó la trascendencia de que los órganos jurisdiccionales contribuyan a la difusión de la cultura democrática y haga realidad el acceso pleno a una justicia pronta y expedita privilegiando en sus resoluciones las interpretaciones favorables a los derechos y libertades de las personas.

Por su parte, el consejero electoral Enrique Andrade, presidente de la Comisión de Capacitación Electoral y Educación Cívica resaltó que los datos del estudio representan hallazgos relevantes para nuestra realidad social presente, y preocupantes para nuestra realidad social futura. El informe representa un insumo importante para académicos, especialistas y otras instituciones que permitan impulsar acciones para revertir el desaliento en la democracia y la desconfianza en las autoridades.

La subsecretaria de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón, sostuvo que la transformación del país es posible si la ciudadanía asume un rol activo en el cambio. Subrayó que incrementar la confianza social en las instituciones es básico para su fortalecimiento.

Este informe fue elaborado por el INE en colaboración con El Colegio de México (Colmex), a través de la Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica, basado en la Estrategia Nacional de Educación Cívica para el Desarrollo de la Cultura Democrática en México (ENEC).
El informe país documenta los múltiples hallazgos en materia de valores, percepciones y prácticas ciudadanas y su relación con diversos sujetos de intermediación y representación política, al poner a disposición del público información objetiva y actualizada sobre las distintas dimensiones que constituyen una idea integral de ciudadanía.

De igual forma, evalúa la calidad de la ciudadanía a través de su percepción en seis ejes temáticos: Estado de derecho y acceso a la justicia, vida política y calidad de la ciudadanía, sociedad civil y ciudadanía, vida comunitaria y ciudadanía, valores y calidad de la ciudadanía, y redes personales y organizacionales.