De acuerdo con una fuente confiable que estuvo presente en el quirófano durante la intervención que se le practicó al niño víctima de la brutal represión morenovallista, quien sufrió pérdida de tejido óseo de bóveda craneana (perforación del cráneo), lesión de duramadre (cubierta del cerebro) y pérdida de masa encefálica de 7 a 8 centímetros cúbicos, el pronóstico es "muy grave".

Para quienes no están familiarizados con los términos médicos, el niño fue intervenido por las lesiones que recibió por un impacto en la cabeza de un proyectil, el cual provocó la perforación del cráneo hasta afectar la duramadre y la pérdida de masa encefálica.

Tras la operación —que se prolongó hasta las tres de la mañana—, resulta imposible para los propios médicos diagnosticar si el niño salvará la vida, al igual que determinar las secuelas que pudiera tener en caso de una eventual recuperación de la conciencia.

Aun para quienes no tienen elementos médicos, queda claro que la pérdida de 8 centímetros cúbicos de masa encefálica coloca al paciente en una situación de extrema gravedad.