El pleno del Congreso aprobó el dictamen para reformar la Ley de Protección a los Animales para el Estado de Puebla, que prohíbe la presentación de circos con animales de cualquier especie en la entidad, durante la sesión en la que entró la abrogación de la llamada “ley Bala”.

Mientras trabajadores de los circos eran dejados afuera y sólo se permitía el paso a los representantes de las organizaciones defensoras de los derechos de los animales, se utilizó la propuesta —que ya había sido rechazada— de Juan Carlos Natale López como un distractor para aminorar el efecto de la Ley para Proteger los Derechos Humanos y que Regula el Uso Legítimo de la Fuerza por Parte de los Elementos de las Instituciones Policiales del Estado.

Con 33 votos a favor, dos en contra y dos abstenciones, el pleno del Congreso del estado aprobó la iniciativa presentado por el Partido Verde Ecologista de México, a través del diputado Juan Carlos Natale, quien sustentó que este marco legal establece que las autoridades estatales y municipales deben informar a la autoridad federal sobre la realización de presentaciones que contravengan lo dispuesto por la ley.

Con las reformas se contempla la infracción a la que podrían hacerse acreedores aquellos que violen la disposición aprobada en la Ley de Protección a los Animales, que pueden ser desde un apercibimiento, multa o la clausura definitiva.

La reforma entrará en vigor al año de su publicación, dando tiempo suficiente para que los empresarios del ramo puedan adaptar sus espectáculos conforme a los nuevos lineamientos.

Durante la discusión del dictamen, los diputados Sergio Emilio Gómez Olivier y Pablo Montiel Solana solicitaron que se hiciera una discusión exhaustiva sobre el tema, con el propósito de medir los efectos secundarios en la aplicación de la ley, que pudiera repercutir socialmente, como es el de los empresarios del ramo y el de los empleos.

La discriminación
Empresarios y trabajadores circenses denunciaron discriminación en el Congreso del estado, toda vez que se les impidió el acceso al recinto legislativo donde se discutirá la reforma a la Ley de Protección a los Animales, ya que sólo se dio el acceso a sociedades protectoras y a un extranjero colombiano conocido como “Franchute”, promotor de la industria de ropa para mascotas.

Armando Gaona Hernández cuestionó el documento que presenta el diputado Juan Carlos Natale, toda vez que el mismo legislador reconoció que no sabe cuántas reservas tiene la Profepa, así como el censo de animales.

Expresó que los animales que se manejan en las empresas nacieron en los circos y ese es su hábitat, y de prohibirles la presentación se les enviará al matadero, ya que la Profepa no tiene el espacio.

Recordó que en África, ante la sobrepoblación que hay de elefantes, los están sacrificando.

Aprobación por moda
Pablo Montiel Solana, quien votó en contra de la reforma, dijo que no se pueden aprobar leyes por moda, e indicó que el maltrato animal no es un asunto de educación, el hecho de que se dé la prohibición, el generalizarlo, es una forma sencilla pero no profunda para atender el problema.

Cuestionó la informalidad en las comisiones de trabajo y se solicitó que se votara en contra de la iniciativa y se dedique trabajo más profesional, catálogo específico, actividades.

Aclaró que no todo es maltrato en los circos y el prohibir el uso de animales es como “tratar gripe con medicamentos oncológicos”.

Sergio Gómez Oliver, dueño del Club de los Animalitos, indicó que son intolerantes al prohibir el uso de los animales e insistió que los que se encuentran en los circos no sobrevivirían en otro lugar, pues no se conoce el llamado “paraíso” de la Profepa, de miles de hectáreas.

Dijo que si se liberan a estos animales, estos buscarían el refugio del ser humano y es fácil para la gente de elite decir “quiten a los animales”, pero ¿qué harán los cirqueros para sobrevivir?
 
La discriminación 
Desde la mañana se discriminó a los ciudadanos, ya que sólo se permitió el ingreso al recinto legislativo a representantes de las organizaciones defensoras de los animales, mientras dejaban en la calle a trabajadores de circos, quienes iban acompañados de sus hijos.

Se denunció que hubo un extranjero que ingresó al recinto legislativo, de apellido Franchute, que iba con las organizaciones protectoras, e incluso ingresó a las salas de comisiones, pese a que es de otra nacionalidad.