Treinta y una personas se daban por muertas este domingo cerca del monte donde un volcán japonés entró en erupción un día antes, cuando estaba repleto de montañeros que acudieron a observar el follaje del otoño, enviando una nube de cenizas y rocas por sus laderas. Oficialmente, se han confirmado la muerte de cuatro de ellos, según han informado los servicios de emergencia del volcán Otake a la cadena de televisión pública NHK. Además, hay medio centenar de heridos de diversa consideración por quemaduras y lesiones provocadas por caídas.

La policía dijo que 31 personas fueron encontradas en parada "cardiopulmonar" pero declinó confirmar las muertes pendientes de un examen formal. Un oficial en la zona dijo que las tareas de rescate se suspendieron debido a los altos niveles de gases tóxicos y a que se acercaba la noche.

El Monte Ontake, el segundo volcán más alto de Japón y ubicado a unos 100 kilómetros de la ciudad de Nagoya, comenzó a expulsar humo y cenizas a las 11.53 hora local del sábado (02.53 GMT) y desde entonces han continuado las erupciones, según informó la Agencia Meteorológica nipona (JMA). Las cenizas se han esparcido a lo largo de más de tres kilómetros.

Cientos de personas, entre ellas niños, estaban varadas en el monte Ontake, un lugar popular para las caminatas, después de que el volcán entrara en erupción. Muchos regresaron a última hora del sábado pero unos 40 pasaron la noche cerca del pico de 3.067 metros. Algunos estaban envueltos en mantas y apiñados.  "El techo del albergue de la montaña quedó destruido por las rocas que caían, así que tuvimos que buscar refugio debajo del edificio", dijo uno de los atrapados a la televisión nacional NHK. Más de 40 personas resultaron heridas, varias con fracturas de huesos.

Más de 500 policías, bomberos y miembros de las Fuerzas de Autodefensa participan actualmente en estas operaciones. La agencia de gestión de desastres había dicho que las autoridades estaban intentando confirmar el paradero de 45 personas. No estaba claro si entre esos 45 estaban incluidas las 31 personas encontradas con parada cardiopulmonar.

El volcán todavía estaba en erupción, lanzando humo y cenizas a cientos de metros hacia el cielo. La Agencia Meteorológica nipona prevé que se produzcan más erupciones que podrían afectar a los residentes más próximos y, en particular, alertó sobre la caída de cenizas volcánicas y rocas en un radio de 4 kilómetros en torno al volcán, aunque por el momento no considera necesaria la evacuación de las localidades cercanas.

Japón está situado en el anillo de fuego del Pacífico y cuenta en su territorio con más de un centenar de volcanes activos e inactivos. Los volcanes entran en erupción periódicamente en Japón, una de las naciones más sísmicamente activas del mundo, pero no ha habido víctimas desde 1991, cuando 43 personas murieron en un flujo piroclástico, una corriente de gases y rocas a altísimas temperaturas, en el Monte Unzen, en el suroeste de Japón. El Ontake, entró en erupción por última vez hace siete años. Su última erupción importante fue en 1979.

Fuente: publico.es

Foto: xinhua