El Papa Francisco condenó el abandono que  sufren miles de ancianos, calificándolo de "eutanasia social"; asímismo subrayó ante 40 mil adultos mayores de todo el mundo, la importancia de ellos en la sociedad y que las residencias a las que los confinan para pasar sus últimos días, no pueden convertirse  en "prisiones" donde los intereses empresariales dejan los cuidados en un segundo plano.

Según la Organización Mundial de la Salud, hay 600 millones de personas mayores de 60 años en el mundo actualmente y se espera que en en el 2050,  hayan  unos  2 mil millones en 2050.

"La violencia contra los ancianos es tan inhumana como contra los niños", dijo Francisco durante el evento.

Cabe recordar que desde su elección como papa, Francisco ha demandado respeto por los adultos mayores quienes son trasmisores de experiencia y conocimiento.

"Cuántas veces se desecha a los ancianos, que son víctimas de un abandono que es equivalente a una eutanasia oculta. Este es el resultado de una cultura que usa y tira, la que está perjudicando tanto nuestro mundo", dijo.

Asimismo, se refirió a las  residencias donde son recluidos miles de ancianos "deben ser realmente hogares, no cárceles,  donde la gente vive "olvidada, oculta, descuidada".

Acompañado por Benedicto XVI

Francisco, de 77 años, abrazó cálidamente a Benedicto XVI de 87 años (es la tercera vez que saparece en un acto público desde su dimisión)  y dijo a la multitud que contar con su predecesor  en el Vaticano es "como tener un abuelo sabio en casa".

El Papa Emérito, vestido con un abrigo blanco, permaneció durante aproximadamente una hora escuchando los testimonios de ancianos sobre sus vidas y un discurso de su sucesor. Posteriormente se retiró antes de que Francisco encabezara una misa.

Benedicto XVI, el primer Papa en dimitir en seis siglos, ha estado viviendo en un antiguo convento en los jardines del Vaticano, donde es asistido por ayudantes y recibe pocos visitantes.

Fuente: Reuters
Foto: EFE