Fueron consignados al Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Pedro Cholula, los cuatro detenidos en el operativo de desalojo del ayuntamiento de San Andrés Cholula, quienes declararán en las próximas horas en los juzgados.

Durante la madrugada, el Ministerio Público determinó fincarles responsabilidades por los delitos de ataques a las vías de comunicación, motín, delitos contra el orden constitucional y la seguridad del estado, además de daño en propiedad ajena.

En la víspera el edil de San Andrés Cholula, Leoncio Paisano, señaló que también se les denunciaría por el delito de despojo, lo que pudiera conformarse en otra averiguación previa.

De este modo se echaron para abajo las negociaciones, en las que el director de delegados de la Secretaría General de Gobierno, Omar Álvarez Arronte, había prometido la liberación de los aprehendidos.

Todo a pesar de tres días de manifestaciones, en los que habitantes de las poblaciones de San Bernardino Tlaxcalancingo y San Andrés Cholula, llevaron la protesta a las puertas del gobierno de Puebla, e inclusive cerraron vialidades como las carreteras federales a Huejotzingo y Atlixco.

En las negociaciones de este miércoles La Procuraduría General de Justicia (PGJ) informó que deberían esperar a que venciera el plazo constitucional de 48 horas para que los agentes del Ministerio Público definan la situación de los detenidos cholultecas. 

Cabe recordar que la tarde del lunes, inconformes con el proyecto de construcción de la Plaza de las Siete Culturas, en la zona arqueológica de Cholula, tomaron el ayuntamiento sanandreseño, además de cerrar la avenida Camino Real y Periférico.

Posteriormente realizaron un plantón en el zócalo de la comunidad frente a las instalaciones del ayuntamiento, del que fueron desalojados a las 3:30 de la mañana por un grupo de granaderos de la Policía Estatal.

En el violento operativo oficialmente se informó que hubo cuatro aprehendidos, sin embargo existe una quinta persona, quien permanece hospitalizado en calidad de detenida  por recibir fuertes golpes de elementos policíacos.