Los dos detenidos bajo la sospecha de haber asesinado al sacristán de la iglesia de la Virgen de Guadalupe, ubicada en San Gabriel Chilac, fueron liberados por el Ministerio Público de Tehuacán por falta de pruebas en su contra, en tanto que trascendió que el sacristán presentaba 37 heridas en la cabeza provocadas por arma blanca, además de golpes contundentes en el mismo lugar.

En el seguimiento al crimen del sacristán Rubén Martínez Rosales, quien tenía 65 años de edad, investigadores del caso especularon que podría tratarse de una venganza, ya que el o los homicidas sólo se llevaron una cadena, una esclava y un anillo del niño Nazareno, lo que no implica que lo hayan amordazado para luego torturarlo y asesinarlo.

De acuerdo a las investigaciones realizadas por peritos en criminalística y medicina forense, al momento de ser atacado el sacristán se encontraba cerca del altar mayor, lo arrastraron y lo llevaron a una de las oficinas, donde se dieron tiempo para matarlo y después se retiraron del lugar, dejando cerrado el templo, por lo que pudieron haber dejado huellas en todos los lugares donde estuvieron.

Con relación a la detención de Luis Gerardo Gutiérrez, de 18 años de edad, originario de San Gabriel Chilac, y Sergio Pérez Hernández, de 23, con domicilio en San Francisco Altepexi, detenidos en la terminal de autobuses de Chilac, estos fueron liberados porque no hallaron pruebas en su contra, además de que no habla flagrancia en el delito.

‎Elementos de la Policía Ministerial del Estado (PME) siguen las investigaciones del caso, que aparenta ser una venganza.