Se escuchó una fuerte ovación por parte de familiares, amigos y funcionarios de la cultura al recibir las cenizas del escritor, periodista y dramaturgo Vicente Leñero (1933-2014), en el homenaje que se le brindó hoy en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes.




Ante la imagen del autor de "Los albañiles" a un costado de la librería dentro del recinto cultural, el homenaje comenzó con la primera guardia de honor a cargo de las hijas del escritor, Isabel, Mariana, Estela y Eugenia Leñero.

Luego pasaron el escenógrafo Gabriel Pascal, los directores de teatro Luis de Tavira, Enrique Singer, José Solé y el escritor Ignacio Solares, al momento en que el ensamble Coyoacán ejecutaba piezas de Antonio Vivaldi, Wolfgang Amadeus Mozart y Georg Friedrich Handel.

Un homenaje en el que se escuchó también el grito de una persona que en dos ocasiones dijo "Vicente vive, Proceso sigue", mientras seguían las guardias a cargo de familiares y amigos.

Una vez terminado el acto de guardias, el director de la Compañía Nacional de Teatro, Luis de Tavira, mencionó que el teatro es el arte de la presencia y "nos ha enseñado a morar el instante, demorarnos en el aquí y en el ahora para dejar que surja".

De Tavira afirmó que la muerte solo tiene sentido para quienes han amado apasionadamente en la vida. Esto dice con elocuencia la plenitud del mutis con el que Vicente Leñero "nos deja, en este aquí y ahora en que la palabra se resiste ante el silencio, qué podría decirse con palabras que valgan más que el poderoso indecible que contiene este momento".

Esta es la hora del silencio donde sólo queda la fe y es, sin embargo, ese momento cuando accedemos al reconocimiento que no hay fe mayor más radical ni más comprometida que la fe en la palabra, precisamente aquí y ahora ante la muerte de un artista de la palabra ante el silencio de un escritor, expresó.

En presencia del secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, señaló que Vicente Leñero construyó una obra definida por la tenacidad, pues más de una vez se le recuerda hablando de apartarse de la literatura, luego romper borradores y reiniciar en una que otra ocasión la ardua tarea de vencer la página en blanco.

"Con ese ejemplo nos dio una lección de disciplina, de exigencia personal y de determinación a la que debemos páginas que quedan ya en la historia de la literatura en lengua española, una voluntad al final de no renunciar a su verdadera vocación, aun cuando crear universos, perfilar historias o animar personajes sea una de las actividades más complejas a las que puede enfrentarse la inteligencia humana", señaló Tovar y de Teresa.

El titular del Conaculta manifestó que ante todo el trabajo de Vicente Leñero estuvo el estímulo de su familia, una familia amorosa y creativa que representó para él toda su vida.

Al final del discurso, las hijas del escritor junto con el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, Luis de Tavira y el secretario de Cultura del Distrito Federal, Eduardo Vázquez Martín, realizaron la última guardia de honor. Fotos: Xinhua