La Secretaría de Transportes (ST) rechazó que la dependencia haya reubicado las rutas del transporte público que circulaban por la 11 Norte-Sur y que ahora viajan paralelas a lo que será la línea dos de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA).
En la respuesta a la solicitud 00040915, de Intolerancia Diario, por medio de la ley de transparencia, la dependencia afirmó que los cambios y todo lo que tiene que ver con la implementación de RUTA lo está realizando Carreteras de Cuota Puebla (CCP).
Estos cambios de derroteros han sido criticados, sobre todo por causar grandes congestionamientos viales en calles aledañas a la avenida 11 Norte-Sur.
Este medio solicitó las nuevas rutas que cambiaron para la operación de la línea dos del RUTA, desglosado por cada uno de los derroteros con un mapa o croquis y el número de unidades de cada ruta del transporte público.
En la respuesta de la ST, firmada por María Alejandra Martínez Rubí, titular de la Unidad Administrativa de Acceso a la Información, se indicó que de conformidad con las modificaciones de la Ley del Transporte para el Estado de Puebla, los cambios no los hizo la dependencia.
Se detalla que el organismo descentralizado CCP es el competente para llevar a cabo desde la planeación, estudio, conservación, administración, operación y prestación del servicio relativo al sistema de transporte masivo y sus servicios auxiliares, de acuerdo a lo establecido en la fracción II del artículo 3 del citado decreto. 
“Asimismo me permito hacer de su conocimiento que de conformidad con el artículo tercero y noveno Transitorios del Decreto mencionado en el párrafo anterior los asuntos en trámite los continuarán hasta su conclusión Carreteras de Cuota-Puebla y además se establece que fueron transferidos al citado Organismo Público Descentralizado los recursos humanos, materiales y financieros”. 
Por lo tanto, ST orientó a presentar la solicitud de información ante Carreteras de Cuota Puebla.
El retraso de la puesta en marcha de la línea dos de RUTA ha ocasionado grandes congestionamientos viales y grandes molestias a miles de transportistas.
Ninguna dependencia, ni la ST ni mucho menos CCP ha emitido ninguna información oficial para los usuarios, del cambio de los derroteros de cientos de unidades.
Hasta el momento, siguen las negociaciones con los concesionarios del transporte público, sobre todo con los de los vehículos de las rutas Galgos del Sur, Mayorazgo, San Ramón, Castillotla y Azumiatla.
Estas unidades son las únicas que siguen circulando por la avenida 11 Norte-Sur sin mayor problema, pero provocando conflicto vehicular, al estar ya confinado un carril para el paso del RUTA, que aún no circula.
En los dos carriles restantes se aglutinan miles de automóviles, sobre todo en horas pico, mientras que en el confinado está vacío, con uno que otro automovilista que se atreve a ocuparlo.
Mientras tanto, avenidas como la 7, 13 y 15 Sur-Norte se utilizan para enviar a los autobuses, microbuses y combis para seguir prestando el servicio a la gente.
Pero esta situación ha generado conflicto vial en estas calles pequeñas, que no están adecuadas para el paso de gran número de unidades pesadas, como autobuses o microbuses.
Por ejemplo, los autobuses de la ruta S, que llegan hasta la zona de Valsequillo, ahora se trasladan sobre la 15 Norte-Sur, hasta llegar a la avenida 21 Poniente, para bajar hasta la 7 Sur y hacer así su viaje hasta bulevar Capitán Camacho.
Ese mismo camino ya lo hace la Ruta 2000, que cuenta con puros autobuses de 42 pasajeros, lo que hace que dicha avenida sea saturada entre automóviles particulares y los de transporte público.
 

Los chóferes


Según información del diario El Popular, concesionarios del transporte público a quienes se les modificaron sus recorridos revelaron que fueron objetos de soborno por parte de la ST para que se adhirieran al proyecto de RUTA.
Afirmaron que las presiones empezaron junto con el inicio del presente año, cuando se les retiraron sus unidades 2004 y que apenas tenían unos días de cumplir 11 años de uso.
Además, insistieron que de existir de nueva cuenta una Sociedad Anónima Promotora de Inversión (SAPI) conformada por transportistas pero administrada por el gobierno, el destino de los concesionarios es el fracaso.