Una turba mató a golpes y prendió fuego a una mujer con problemas mentales que supuestamente había quemado un Corán en la capital de Afganistán.
“La mujer, llamada Farkhonda y de 32 años, supuestamente había quemado un Corán en público y una multitud la mató a golpes, prendió fuego a su cuerpo y después lo tiró en el río Kabul”, dijo el jefe del Departamento de Crímenes de la capital, Farid Afzali.
El incidente ocurrió la tarde del jueves en una concurrida zona de Kabul que aloja un templo donde acuden numerosos fieles a rezar.
“Nuestra investigación inicial muestra que la mujer sufría problemas mentales desde hace 16 años”, indicó Afzali.
La conservadora sociedad afgana es muy sensible a los casos de blasfemia y profanación del Corán y, en el pasado, se han producido actos violentos por ello.
Los primeros informes sugirieron que Farkhunda padecía una enfermedad mental, pero su padre lloroso, Nadir, dijo a TOLOnews que era un profesora religiosa que enseñaba el Corán a los niños. Dijo que no había manera de que su hija quemara las páginas del libro sagrado, como ha sido acusada.
Veintiséis personas han sido detenidas en relación con el asesinato brutal, dijo el ministro del Interior de Afganistán, Noorul Haq Ulumi, este lunes en una declaración ante el Parlamento.
Los padres de Farkhunda dijeron que el asesinato fue instigado por un mulá local de la mezquita de Shah-e-Do Shamshera en el centro de la ciudad, que había estado enojado por las acusaciones de que Farkhunda estaba distribuyendo tawiz falsos.
Los tawiz son pedazos de papel que contiene versos del Corán que a veces son usados como amuletos para alejar el mal y traer al portador buena suerte.
TOLOnews informó que "con el fin de salvar su trabajo y la vida", el mulá habría comenzado a gritar acusaciones de que Farkhunda quemó el Corán.
Los testigos dijeron que una multitud se reunió y arrastró a Farkhunda a la calle. "Nosotros estábamos pidiendo a la gente que dejara de golpearla y que nos dejaran preguntarle a qué religión pertenece", dijo un testigo a TOLOnews. "Pero la gente no nos escuchaba y seguían golpeándola".
El ministerio de Hajj y Asuntos Religiosos de Afganistán informó que no había encontrado ninguna evidencia de que Farkhunda quemó el Corán. Mientras tanto, el presidente afgano Ashraf Ghani condenó el asesinato como "atroz" y ordenó una comisión para investigar plenamente.
El padre de Farkhunda dijo que los culpables de matar a su hija deben enfrentar a la justicia: "no quiero que la sangre de mi hija sea en vano".
Trece oficiales de policía han sido suspendidos en relación con el ataque, según el vocero del Ministerio del Interior, Sediq Seddiqi. Antes dijo que 11 personas habían sido detenidas.
"Estamos muy interesados en ver lo que sucede en cuanto a la investigación de la conducta de la policía", dijo Patricia Grossman, investigadora en Afganistán de Human Rights Watch.