Después de protestar y exigir a la empresa Acapro, responsable de la remodelación del estadio Cuauhtémoc, saldar su adeudo, un grupo de más de cien obreros fueron despedidos.
Por la tarde de este martes, tras una protesta de brazos caídos, los trabajadores recibieron, después de tres semanas, el pago que la empresa adeudaba; sin embargo, en el momento de recibir el dinero fueron notificados de que ya no regresaran a trabajar; el motivo, ya estaban dados de baja y sin ninguna indemnización.
La mañana de este martes, más de 200 obreros se mantuvieron en paro de labores debido a que desde hace tres semanas no recibieron sus pagos completos.
A las afueras del inmueble, los albañiles señalaron su desesperación no sólo porque les están dando 300 pesos a la semana, sino que carecen de prestaciones, como es el IMSS.
Durante la protesta, los obreros amagaron con cerrar la autopista México-Puebla, la exigencia fue una, saldar al 100 por ciento la deuda.
Sin embargo, por la tarde llegó el dinero en efectivo, pero con la orden de darlos de baja.
Durante la entrevista, personal de la constructora se acercó a amenazar a los trabajadores. Durante la perorata se les dijo que serían dados de baja “si continuaban haciendo ruido” con la prensa.
Los obreros se mantuvieron en la zona del estacionamiento esperando respuesta del gobierno estatal, por al menos ocho horas; posteriormente, un funcionario de la Secretaría de Infraestructura, quien no se identificó, les prometió que se pagaría este mismo martes.

“Ni para comer”

Juan, uno de los obreros afectados, señaló que la situación es muy delicada. Trabajan, en promedio, 10 horas diarias y “son extenuantes”; aunada a esto, en las últimas tres semanas solo recibieron 300 pesos.


“El sábado me mandan con 300 pesos, imagínese qué le voy a decir a mi familia, que no comemos, queremos que nos cumplan, que nos paguen y nos vamos contentos sin problema”, dijo en presencia de sus compañeros, quienes asentaban.

 


“Que nos paguen lo que nos deben, nada más, no queremos problemas”, añadió.

—¿Desde cuándo les están pagando 300 pesos?
—Desde hace 15 días, pura promesa. Ayer nos mandan con 10 pesos, qué hago con diez pesos. Imagínese, ni para mis camiones, me voy a ir caminando, esto es lo que me queda —dijo al momento que mostraba 3 pesos que tenía en sus bolsillos—.
 —¿Dónde vive?
—Vivo rumbo a Canoa
Una mujer albañil señaló que su situación también es grave al ser madre soltera, por lo que ahora no tiene ni para comer tortilla con sal.
Indicó que apenas enfermó uno de sus hijos, al que llevó al IMSS; sin embargo, no lo recibieron, ya que no están dados de alta.

“Nos engañaron que tenemos seguro, no es cierto, aparte no nos pagan, no es justo”, comentó


Nuevamente, al tomar la palabra Juan pidió muy enojado a las autoridades encabezadas por el gobernador Rafael Moreno Valle tomar cartas en el asunto.


“Supuestamente el trabajo es de gobierno, el gobierno debe de respondernos. Pero eso sí, cuándo pedía votos el señor gobernador hasta al perro saluda, pero que pasa ahora, ahora ni nos conoce”, añadió.


Asimismo, un grupo de obreros están elaborando una lista de nombres y montos de cada deuda personalizada, la cual se la mostraron a los encargados de la obra, pero simplemente no hubo respuesta.
En la lista eran más de 25 trabajadores, con montos de deuda que van desde los 1 mil 500 hasta los siete mil pesos, dependiendo del cargo.
En tanto, la obra del estadio Cuauhtémoc estuvieron paradas hasta que se resolvió la situación con los albañiles
 
El aviso


El pasado pasado 5 de marzo, Intolerancia Diario, en un recorrido por la zona, reveló la situación laboral que existía.
Se informó que albañiles laboran hasta diez horas diarias con una de descanso por sueldos que van desde los 2 mil 800 pesos como máximo a 1 mil 200 pesos mínimo semanales.
Se publicó desde entonces que ante los bajos sueldos y la gran carga de trabajo, los obreros renuncian constantemente, dejando vacantes diario, por lo que una manta ofreciendo trabajo ya es parte de la construcción.
“Se solicitan soldadores, paleros y montadores, certificados con experiencia comprobable” ofrece la empresa constructora Acapro, una de las encargadas del proyecto.
En contraste a los bajos sueldos, la remodelación del estadio Cuauhtémoc, se convirtió en una obra más con sobrecosto, al inyectarse otros 146.9 millones de pesos.
La obra costará 713.4 millones de pesos muy por arriba de los 566.5 millones de pesos que se anunció.


“Aquí salen y entran constantemente, y es que pagan muy poco, pero te piden mucho”, dijo un obrero mientras paleaba unas especies de jardineras que se colocarán en la zona del estacionamiento.


“Yo no tengo mucho que entre, reciben a cualquiera, pero a mi apenas me van a pagar 1mil 200 pesos cada martes, eso sí, no ha habido problemas y lo dan a tiempo”, prosiguió en plática durante un recorrido de Intolerancia Diario hace 20 días.


Indicó que su labor empieza a las 8 de la mañana y concluye a las 6 de la tarde, con una hora para comer.


“A diario ya no regresan a trabajar como quince obreros, por eso siguen contratando, muy pocos llevan trabajando desde que inició la obra”, dijo otro trabajador de nombre Oscar, cuando barría la zona.