Palas, cucharas, cemento y varillas, quedaron abandonadas en las instalaciones del estadio Cuauhtémoc, mientras a cuenta gotas la empresa encargada de su remodelación trata de cubrir los pagos y liquidaciones a cerca de 200 trabajadores que fueron despedidos.
De vez en cuando llega algún obrero a solicitar algún puesto de albañil, herrero o soldador, los que quedaron vacantes por los despidos contra quienes se atrevieron a protestar por su sueldo.
Así, la remodelación que apenas lleva un 20 por ciento, según el mismo gobernador, Rafael Moreno Valle Rosas, avanzará en los próximos días más lentamente.
Ahora, el miedo se nota en los obreros. Nadie quiere hablar ante la prensa, todos huyen cuando se les pide una entrevista para ver cómo va su situación laboral.
Solo uno se atreve a hablar en voz baja, siempre con la mirada abajo y pidiendo que no se publique su nombre ni salga su cara.


“Ya nos amenazaron, el que hable estará fuera”, dijo al referir que él se atrevía a hablar para exigir que se les dé el seguro médico del IMSS.


Fue la misma versión de sus ahora excompañeros que dieron un día antes, simplemente que no tenían seguridad social, pero sólo se daban cuenta cuando acudían al médico, donde descubrían que no estaban dados de alta.
Al respecto, el gobernador Rafael Moreno Valle aseguró que están al corriente en los pagos con la empresa Acapro, encargada de la remodelación y ampliación del estadio Cuauhtémoc.
En entrevista, el mandatario estatal refirió que si bien la administración estatal no tiene adeudos con dicha empresa, así como con ninguna que está ejecutando obras en la entidad, advirtió que se hará una investigación en este caso específico para conocer qué sucede.
Los despedidos son albañiles, herreros y carpinteros, entre otros, cuyo su pago semanal varía entre los mil 200 y mil 800 pesos.
No obstante, solamente recibían entre 200 y 300 pesos, por lo que a algunos les adeudaban entre 5 mil y 7 mil pesos.
Además, señalaron que las horas extra que laboran no se las pagan y que no tienen seguro social a pesar de que la firma les solicita los papeles para darlos de alta ante el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Luego de protestar y manifestarse por no haber sido pagados fueron despedidos más de cien obreros que laboraban en la remodelación del estadio Cuauhtémoc.
Por la tarde de este martes, tras una protesta de brazos caídos, los trabajadores recibieron el pago adeudado por la empresa constructora originaria de Hidalgo.
Sin embargo, en el momento que recibían el dinero eran avisados que ya no regresaran porque estaban dados de baja, sin ninguna indemnización.