La ciudad estadunidense de Baltimore estará bajo toque de queda a partir de mañana martes a las 22:00 horas y hasta las 05:00 del día siguiente, decretó la alcaldesa Stephanie Rawlings-Blake.
La orden, dispuesta a raíz de los disturbios desatados tras la muerte del afroamericano Freddy Gray cuando estaba en manos de la policía, no tendrá vigencia esta noche, sino a partir del martes y durante una semana, con posibilidad de ser extendido.
Los adolescentes menores de 14 años deberán cumplir el toque de queda a partir de las 21:00 hora local, y sólo las personas con urgencias médicas o en ruta desde o hacia su trabajo podrán circular sin ser detenidas por la policía.
En rueda de prensa, rodeada por sus colaboradores, la alcaldesa calificó como “matones” a los residentes que saquearon negocios en varios de los vecindarios de la ciudad, y anunció que se destinarán todos los recursos policiales para restablecer la calma. “Muchas generaciones de personas han construido esta ciudad como para que sea destruida por matones”, deploró. “Estamos desplegando todos los recursos posibles para recuperar el control y asegurar la paz”, dijo.
Un total de 15 policías resultaron heridos a raíz de las protestas, dos de los cuales permanecen hospitalizados, informaron funcionarios del gobierno local.
Rawlings-Blake apareció por primera vez ante las cámaras este lunes, después que el gobernador de Maryland, Larry Hogan declaró un estado de emergencia y llamó a la Guardia Nacional ante la situación de violencia.
La alcaldesa fue centro de cuestionamientos este lunes, debido a declaraciones en las que sugirió que la policía no intervendría en las protestas para dejar que los manifestantes externaran su frustración.
Decenas de manifestantes fueron arrestados por la policía, que respondió a las manifestaciones con gas pimienta.
Freddy Gray, un joven afroamericano de 25 años, resultó herido en circunstancias que no han sido aclaradas mientras se encontraba bajo custodia policial, y unos días después murió en un hospital local por lesiones en la médula espinal.
Cientos de manifestantes realizaron una masiva protesta el fin de semana, pero las manifestaciones se tornaron violentas después de los funerales de Gray esta mañana, a los que asistieron más de dos mil personas.
Los manifestantes arrojaron piedras, tubos, botellas y artefactos a la policía, además de que saquearon licorerías y tiendas, además de destruir una patrulla policial y prender fuego a una farmacia y autos particulares.