Tras los hechos violentos en Jalisco, la iglesia católica demandó un “ya basta” pues los mexicanos no quieren más sangre, asimismo pidió un trato humano al trabajador y llamó a los empresarios a considerarlo como tal y no como objeto de sus fábricas, además ante la ola de violencia en Jalisco llamó a acercarse a Dios para encontrar la paz.
En entrevista tras encabezar la ceremonia de la Santa Cruz, en el Santuario Guadalupano, el obispo auxiliar Felipe Pozos Lorenzini reiteró el llamado de los obispos hechos el año pasado para pedir que cese la violencia y no ocurran hechos como los del pasado viernes 1 de mayo en Jalisco.
Recordó que el texto del 12 de noviembre firmado por los pastores de la iglesia católica: “Los Obispos de México decimos: ¡Basta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desparecidos. No queremos más dolor ni más vergüenza. Compartimos como mexicanos la pena y el sufrimiento de las familias cuyos hijos están muertos o están desaparecidos en Iguala, en Tlatlaya y que se suman a los miles de víctimas anónimas en diversas regiones de nuestros país. Nos unimos al clamor generalizado por un México en el que la verdad y la justicia provoquen una profunda transformación del orden institucional, judicial y político, que asegure que jamás hechos como estos vuelvan a repetirse.
Asimismo el documento señala “vemos en esta crisis un llamado para construir un país que valore la vida, dignidad y derechos de cada persona, haciéndonos capaces de encontrarnos como hermanos.
“En el año 2010, en la exhortación pastoral “Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna” advertíamos sobre el efecto destructor de la violencia, que daña las relaciones humanas, genera desconfianza, lastima a las personas, las envenena con el resentimiento, el miedo, la angustia y el deseo de venganza; afecta la economía, la calidad de nuestra democracia y altera la paz.”
“Con tristeza reconocemos que la situación del país ha empeorado, desatando una verdadera crisis nacional. Muchas personas viven sometidas por el miedo, la desconfianza al encontrarse indefensas ante la amenaza de grupos criminales y, en algunos casos, la lamentable corrupción de las autoridades. Queda al descubierto una situación dolorosa que nos preocupa y que tiene que ser atendida por todos los mexicanos, cada uno desde su propio lugar y en su propia comunidad.”
Pozos Lorenzini señaló “En nuestra visión de fe, estos hechos hacen evidente que nos hemos alejado de Dios; lo vemos en el olvido de la verdad, el desprecio de la dignidad humana, la miseria y la inequidad crecientes, la pérdida del sentido de la vida, de la credibilidad y confianza necesarias para establecer relaciones sociales estables y duraderas.”
“Estamos en un momento crítico. Nos jugamos una auténtica democracia que garantice el fortalecimiento de las instituciones, el respeto de las leyes, y la educación, el trabajo y la seguridad de las nuevas generaciones, a las que no debemos negarles un futuro digno. Todos somos parte de la solución que reclama en nosotros mentalidad y corazón nuevos, para ser capaces de auténticas relaciones fraternas, de amistad sincera, de convivencia armónica, de participación solidaria.”

Respeto al trabajador

Durante la misa con motivo de la festividad de la Santa Cruz en el Santuario Guadalupano, el obispo auxiliar Felipe Pozos Lorenzini pidió a los empresarios mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la construcción y brindarse seguridad social, lo cual se traducirá en beneficios para la sociedad.
Al encabezar la Misa del Día de la Santa Cruz que se adelantó  por la visita del Nuncio Apostólico a Puebla durante el domingo, el ministro resaltó que los trabajadores deben ser consideradas personas semejantes.
Asimismo llamó a los católicos a reflexionar sobre este signo de salvación, y reconoció el papel de todos quienes laboran en la construcción que hicieron del 3 de mayo su día.
Ante empresario y trabajadores de la construcción explicó el ponerla en lo alto de las construcciones señala que la fe está en la cima, pero además se lleva en el pecho, cerca del corazón de los seres humanos.
Señaló que la cruz tiene el mismo significado adorar, meditar, ver el signo de salvación para los católicos.
Pidió que esta tradición no se pierda, ya que en la construcción se unen todos, desde los más humildes que pegan ladrillos, y los profesionistas, los dueños de las empresas.
El obispo auxiliar indicó “Yo llamo a los empresarios católicos, a los empresarios de la construcción, a que no traten a los trabajadores de la construcción como trabajadores, son sus hermanos en Cristo.  Recíbelo no como un trabajador, sino como tu hermano”, comentó el obispo auxiliar.
Luego de que las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que indican que en Puebla uno de cada 10 trabajadores de la construcción cuentan con seguridad social, Pozos Lorenzini destacó la importancia de garantizar el bienestar de los albañiles y de sus familias.
Invitó a crear una conciencia social, a brindar seguridad social y a preocuparse también por su bienestar familiar. El Papa Paulo VI decía que cada empresario tiene una hipoteca social, es decir, tiene que velar por sus trabajadores, tiene que velar por su familia. Entre mejor están los trabajadores, podrán rendir, hasta será un  beneficio para la economía”, agregó.
Tras la misa, el obispo auxiliar de Puebla recorrió la Plaza Mariana para bendecir las cruces que presentaron decenas de trabajadores de la construcción, quienes hicieron oraciones por su salud y la de sus familias; y se encomendaron a la virgen de Guadalupe para evitar accidentes en sus trabajos.