Desde las 4:30 de la mañana de este jueves, vecinos de la colonia El Carmen fueron despertados abruptamente por la detonación de decenas de cohetes anunciando la fiesta del Día de la Virgen del mismo nombre.

 

 

Cabe decir que la fiesta se va haciendo más chica en tiempo y tamaño una de las celebraciones más famosas en Puebla, la Feria de El Carmen, que llegó a hacer famosa a Puebla desde mediados del siglo XVII, al irse recortando los días de festejo que reactivaba la economía en la ciudad.

Pero es notable que la tradición sigue muy viva, luego de que más de 15 mil personas visitaron el templo de El Carmen, ubicado a unas calles del centro histórico, donde se llevó a cabo una de las celebraciones más añejas en el estado.

A la hora en que dio misa el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza más de 2 mil 500 feligreses abarrotaron el templo, inclusive no se podía caminar entre los más de 300 puestos ambulantes para poder ingresar al templo donde se resguarda a la imagen de la Virgen de El Carmen.

 

 

La fila de fieles para pasar por detrás de la imagen de la Virgen de El Carmen, llegaba desde el templo hasta el jardín, la que vendedores aprovechaban para comercializar escapularios, rosarios e imágenes de la figura venerada.

Las celebraciones se empiezan a organizar desde un mes antes, con el inicio de julio comienzan las festividades con misas solemnes desde las 8 de la mañana y 7.30 de la noche.
Posteriormente del 7 al 15 de julio se realizan diversas procesiones a las que se invitan a diversas parroquias de comunidades alrededor del templo de El Carmen.

En esos días se reza el novenario a la Virgen de El Carmen con el Rosario para pasar a la fiesta patronal del 16 de julio, con una misa de Gallo a la media noche y posteriormente desde las 5 de la mañana hasta las 8 de la noche continuamente se celebran eventos religiosos.

La más importante  eucaristía es la misa solemne oficiada por el arzobispo Víctor Sánchez Espinoza.

El 20 de julio se celebra a San Elías que va configurado a la Virgen de El Carmen, posteriormente la clausura con una misa solemne de consagración a la Virgen María el último día de julio.
 
La comilona

Igual de tradicional que acudir a rezar o bendecir el escapulario, es degustar unas ricas chalupas, pozole, chanclas, cemitas, tostadas, elotes, chileatole, refrescos, nieves, aguas de sabores, tepache, dulces y ahora hasta pizzas.

Un sin fin de antojitos y juguetes típicos o de plástico, incluso chinos, además de discos, películas y juegos mecánicos, hasta venta de ropa, cual tianguis dominguero, son parte de la fisonomía que rodeó uno de los principales templos religiosos en uno de los barrios más significativos de la ciudad.

Desde la tarde de ayer era casi imposible transitar por las calles 16 de Septiembre de 19 a 13 Poniente y las que lo cruzan, ante la multitud que hizo presencia en el templo construido hace casi 430 años.

Pero anteriormente, lo que se vivió ayer de tumultos, era registrado durante una semana o hasta 15 días, ante la multitud de personas que llegaban a orar y a dar un paseo por la feria más céntrica de Puebla.
 
El comercio

Líderes de comerciantes ambulantes hicieron su agosto al cobrar hasta 300 pesos el metro cuadrado diario para instalar en la feria de El Carmen gran variedad de puestos en su mayoría de antojitos.

Hasta 300 comerciantes habían pagado el permiso, por lo que desde el martes verificaron sus los lugares en vía pública.

Los mismos ambulantes refirieron que pagaron la cuota arriba referida a sus líderes.
Por lo tanto, para recuperar, los precios de los productos en su mayoría comida a diferencia de otros años son muy altos.

Así lo refieren feligreses que este jueves celebraron el Día de la Virgen del barrio del mismo nombre.

Por primera vez la plancha del jardín no fue respetada al rodearse de juegos infantiles.
 
A la baja

Para especialistas como Eduardo Merlo y José Alberto Mora presidente de la pastoral del templo de El Carmen, la tradición de la fiesta otrora más grande de Puebla, se ha ido perdiendo año con año.

El arqueólogo Eduardo Merlo, vaticinó la extinción de la que llamó “la última feria de los barrios de Puebla”, al irse acortando los días de celebración en aras de la modernidad.

 “Es la última feria que nos queda de las antiguas tradiciones de Puebla, con la modernidad de los arquitectos supervanguardistas, desgraciaron una plazuela que era para la tradición, eso ya no es feria, esta restringida a su minima expresión”, aseveró tajantemente.

Indicó que ahora ya no se le puede llamar feria, sino mejor un conglomerado de puestos todos amenazados y restringidos, a pesar de que la feria del El Carmen fue muy importante desde la época colonial.

“Hace muchos años se celebró hasta  con corridas de toros en la plazuela, que para eso era, con jaripeos, juegos de saltimbanqui la comida y artesanías, era una auténtica feria, pero al paso de los años se ha ido poco a poco desapareciendo.

Dijo que inclusive hace apenas unos años, en la década de los 90 y 80 las celebraciones  duraban como mínimo una semana con todo éxito comercial y religioso, ya que se llenaban las calles  desde temprano a toda hora todos los días

“Estaba atiborrada de gente todo el día y noche durante 15 días, la gente estaba esperando a que llegara a la feria. A la iglesia no se podía ni entrar, llena de flores y luces, misa tras misa, aunque por lo menos en la parte litúrgica no ha cambiado”, dijo.

“En la parte comercial se mantuvo hasta hace unos años y se acabo totalmente con la destrucción de la plazuela para convertirla en no que se que es ahora, porque plazuela no es ni parque”.

Mencionó que es de lamentarse que no se conserven las tradiciones, ya que son parte de la identidad del pueblo, es su verdadera forma de expresarse, “esta feria era la ultima que nos quedaba, la modernidad se comió a las otras ya hace muchos años”.

Explicó que en otras celebraciones en Puebla como en los barrios de La Luz o Analco eran muy importantes, sin dejar atrás a San José, o Santiago, “ahora todas son muy chiquitas”.

“El Carmen era lo único que quedaba de gran tamaño, pero ahora ya les dan pocos días de celebración. La gente iba a comerse sus chalupas, y otros antojitos, era un espacio de ellos y ahora es de nadie porque la gente no lo usa”, dijo al hacer referencia al ex parque de El Carmen.

“Se va a extinguir lamentablemente, hay menos gente que otros años, por supuesto ya no hay donde pasear, ahora llegan a la iglesia y se van a sus casas, cuando el chiste además del religioso era que promovía no solo la tradición, sino la economía de muchas familias, y se acabo, es de lamentarse. De golpe y porrazo le dieron una estocada”, dijo.

“Desde mediados del siglo entre 1620 y 1650 la feria ya era muy importante, una feria que duró tantos años no se me hace justo que la imposición de modernidad de unos pocos le de en la torre a lo que es de todos”, finalizó.
 
Historia y religión

Los Carmelitas descalzos recibieron de la Iglesia de Puebla la ermita de Los Remedios, no era la Iglesia de El Carmen, a finales del siglo 16 era lejos.

Los religiosos e encargaron de construir la iglesia y hacerla esplendorosa, por lo que lograron que en lugar de la virgen de los Remedios quedara la virgen de El Carmen como patrona.

En México, la devoción a la Virgen del Carmen, llegó junto con los frailes carmelitas que arribaron a tierras aztecas en 1585, mismos que el 13 de julio de 1586 fundaron el Convento del Carmen de la ciudad de Puebla (ubicado en la 16 de Septiembre y 17 poniente) que fue además el segundo en América.

Desde su llegada a Puebla, la orden Carmelita tuvo gran aceptación por parte de los pobladores, situación que con el paso del tiempo se ha ido acrecentando, permitiendo que la ahora parroquia del Carmen sea el centro de reunión no solo dominical sino de celebraciones importantes, como bodas, preferido de los poblanos tradicionalistas.

El vocero de la arquidiócesis de Puebla, Eugenio Lira Rugarcia, señaló que el arraigo religioso no ha descendido, aunque es importante ver la unión de las celebraciones eucarísticas con la convivencia que anteriormente se daba.

“La devoción ha tenido un gran arraigo, misas desde las 6 de la mañana, a la 1 de la tarde hubo misa del arzobispo, cinco de la tarde 7 y 8 de la noche, los fieles podrán experimentar el amor de Dios en su madre santísima”

Afirmó que el arraigo religioso no ha descendido, sino al contrario continúa en aumento, a pesar de que cada ves son menos los días de celebraciones.

“Es interesante que tras la celebración religiosa haya un espacio de convivencia, una de las fiestas religiosas mas importantes y con más arraigo en Puebla”