Guardias forestales de la región de la reserva de la biósfera ubicaron por primera vez en años un jaguar al parecer macho, especie que se consideraba extinta en estado silvestre, y el ejemplar será protegido por la gente de la región para evitar que sea víctima de los cazadores.

El delegado de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Humberto Aguilar Viveros, explicó que fue por medio de las cámaras de vídeo vigilancia que fueron colocadas en la reserva de la biósfera Tehuacán-Cuicatlán como pudo ser ubicado el ejemplar.

Recordó que el jaguar es una especie nativa que habita desde el estado de México hacia Centroamérica pero se ha ido extinguiendo por la caza furtiva, y los ejemplares que se conocen en la zona de Puebla es porque se ubican en zoológicos o con coleccionistas particulares.

El funcionario indicó  que concretamente el animal está en San Juan Atzingo del municipio de San Gabriel Chilac, y fue descubierto con el fototrampeo que se realiza con el personal y se analiza los animales que se ubican.

Insistió en que es algo digno de difundir aunque sea solo uno, pero genera buenas expectativas para un futuro en la preservación de las especies que se pensaban extintas en la región.

El delegado explicó que un solo ejemplar necesita para sobrevivir una extensión de 70 a 80 kilómetros para movilizarse y vivir adecuadamente, e insistió en que esperan que llegue una hembra al sentir que están seguros.

De la protección indicó que son más de 600 vigilantes en toda la región que se encargan de proteger y preservar la  zona para evitar la devastación y esto se da gracias al programa pago por servicios ambientales que tiene el gobierno de la república.

La Reserva de la Biósfera

La Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán fue creada el 18 de septiembre de 1998 con una extensión de 490,186 hectáreas con el fin de proteger su historia geológica, histórica, cultural y natural.

El área protegida ocupa 20 municipios en el sureste de Puebla y 31 municipios del noroeste de Oaxaca; la forman enormes montañas, valles y cañadas, donde convergen climas semiáridos, templados y tropicales. Cuenta con atractivos como el Jardín Botánico Helia Bravo Hollis, salinas prehispánicas, bancos fosilíferos y zonas arqueológicas.

Posee variados ecosistemas como los áridos, semiáridos, los templados y húmedos, que favorecen la presencia de nueve tipos de vegetación, como matorral semidesértico, selva baja caducifolia, bosques de pino, encino y junípero, donde se han registrado cerca de 2,700 especies vegetales, entre las que destacan las cactáceas (tetechos, candelabros, biznagas y pitayas) y las cycadas. En cuanto a fauna, se han identificado 25 especies de anfibios, 18 de peces, 78 de reptiles, 336 de aves, 131 de mamíferos, y su importancia radica principalmente en que 11% es endémica.