Las obras de relaminación del bulevar Atlixco tienen de cabeza la zona sur de la ciudad, a la altura de la colonia San José Vista Hermosa. Los vecinos y los transeúntes tardan hasta 40 minutos más para llegar a sus destinos; además, el gobierno del estado no previno el congestionamiento social y vial, así que decidió cerrar ambos sentidos de la vialidad.
En un recorrido, los vecinos consideraron que en el presente gobierno estatal no existe prioridad para el peatón, pero responde solamente a sus intereses, porque a cada rato abre el paso para el metrobús. Son días tormentosos, dijeron, porque el bulevar Atlixco está cerrado en ambos sentidos, desde el circuito Juan Pablo II hasta el Bulevar del Niño Poblano. “Lo único claro que vemos es que el metrobús sí tiene acceso, porque los trabajadores de chalecos anaranjados le abren el paso”.
Junto con los vecinos, los más afectados son los negocios de la zona, desde las plazas hasta las tiendas departamentales y agencias automotrices, que tienen que soportar una reducción de hasta el 50 por ciento de sus clientes.


Menos clientela

René Pestaña Ortiz es empleado de una empresa de televisión por cable que se ubica en la plaza San José Vista Hermosa, y asegura que como negocio las obras les están afectando demasiado, porque es la única vía de acceso que tienen a la plaza.
Reveló en entrevista que el volumen de gente se ve reducido en un 50 por ciento, porque la única entrada que existe es el automóvil y no es cómodo para muchos poblanos que tienen que realizar un trámite. Lamentó que los dos sentidos del bulevar están cerrados, aunque existe una vía alterna.
Pestaña Ortiz dijo que en ese tramo de la obra, que arrancó desde la fuente de Los Frailes, los trabajos llevan casi dos meses y parece que todavía no hay fecha para que la abran, por eso pide que la autoridad tome conciencia.
La recomendación es clara, que planifiquen bien todo y así no se afectan a los negocios y a los usuarios, porque, aunque no está ocupada toda la plaza, piden que las autoridades poblanas sean más conscientes y que planifiquen las obras.


“Todo esto es nefasto”

Por su parte, Silvia Linares dijo: “Esto está nefasto, yo ahorita tuve que dejar mi camioneta enfrente para poder llegar y tardé como 30 minutos para venir a la plaza para comprar un libro”.
Las obras llevan mucho tiempo, reveló, por lo que ya se tardaron más de la cuenta, pero lo peor es que el tráfico se genera a todas horas del día.
Dijo que no hay seguridad vial y ningún elemento policiaco, nadie que pueda guiar al transeúnte y al automovilista, más que las personas de la constructora que dicen si pasas o no pasas.


Sólo el metrobús pasa

Mariana Toledo dijo que en las casi seis semanas que lleva la obra resulta muy incómodo para las personas que viven en los fraccionamientos cercanos y para quienes todos los días llegan o salen de la ciudad de Puebla.
El problema es que no le dejan acceso al peatón y lamentablemente sólo se ve que responden a sus intereses. “El metrobús sí tiene libre acceso y nosotros no, entonces si primero es la ciudadanía deberían ver la manera de no hacer los dos tramos al mismo tiempo, si no uno solamente”.
Dijo que las obras llevan cuatro semanas en diferentes tramos de la colonia y al parecer van para largo. “No nos avisan cuánto tiempo, vivimos en el fraccionamiento de atrás y nunca se nos avisó, simplemente nos llegó la notificación que se iba a cerrar y no nos dijeron ni cuánto tiempo ni en qué periodo, ni las vías alternas”. Por ello, reveló que decidieron abrir una puerta trasera en el fraccionamiento.


Terminan y regresan a arreglar

Lucila Calderón recordó que en los últimos años nunca han parado las obras en la capital poblana, pero lo malo es que arreglan una calle, queda lista y a los dos meses otra vez está mal y tienen que buscar rutas alternas.
“Me afecta porque yo vivo sobre esta calle y tengo que dar vueltas enormes, pero junto con el tráfico me complican todo, siento que no hacen bien las cosas”, aseguró.
Dijo que la constante del actual gobierno estatal es que arregla una calle pero pasan unos meses y tienen que volver a arreglarla, porque seguro que no utilizan el material con la calidad adecuada.

 

Hasta 40 minutos de retraso

Dulce García dijo que la constante de su vida es que ahora tarda hasta 40 minutos más para sus traslados diarios. “Tarda muchísimo, no pasa transporte muy rápido por aquí, ahorita llevo 20 minutos y no ha pasado, por eso les pedimos que se apuren con sus obras públicas porque afecta muchísimo”.
Abdías Velasco dijo que es evidente la falta de planeación y organización que existe en la obra de relaminación del bulevar Atlixco. “Son días tormentosos, porque es un bulevar grande y de mucho flujo, nos parten el esquema y los horarios, porque además están cerrados los dos sentidos y la ruta alterna está llena y la otra alterna arreglándose”.