Los boleros del zócalo de la ciudad de Puebla, forman parte de los atractivos del primer cuadro de la ciudad, pero además, ofrecen servicio de aseo de calzado para todos los trabajadores, turistas y visitantes.

    
Sin embargo, hasta ahora, no pagan permisos, licencias ni alguna mensualidad para trabajar en la plancha del zócalo, lo que sucede desde el inicio de la presente administración municipal, por lo que de esa forma, se ayudan en el sostenimiento diario de sus hogares.
    
Empero, la situación puede cambiar, porque desde comisiones, el Cabildo ya analiza que los 7 trabajadores del aseo de calzado que están instalados en el zócalo y el resto de los boleros de la ciudad, paguen un permiso mensual, a manera de impuestos.
    
Y aunque la medida todavía está en estudio, ya fue avalada por el Secretario de Gobernación de la ciudad, Mario Rincón González, quien se mostró de acuerdo con la propuesta, que tiene que pasar por el pleno del cabildo capitalino para que se haga realidad.
    
Empero, con todo y la complicada situación económica que se vive, los 7 jóvenes están dispuestos a realizar alguna aportación mensual para las arcas de la comuna, pero aseguran que tienen que esperar a que el gobierno decida si pagarán o no, el impuesto.

“No ganamos mucho para pagar impuestos”
    
Y aunque los aseadores de calzado del zócalo de la ciudad, aseguraron que tienen una organización de boleadores de zapatos, también agregaron que no están presentes en esa parte de la ciudad, pero lo que tienen claro es que la medida, de aprobarse, les parece inadecuada “porque no ganamos mucho, como para pagar impuestos”.
    
Los siete jóvenes que trabajan en el zócalo de 8 de la mañana a 8 de la noche, aproximadamente, forman parte de una familia indígena que se dedica, precisamente a lustrar zapatos, “antes pagábamos un permiso de 130 pesos, pero desde que llegó el actual gobierno, ya no nos cobran”, dijo Jorge, un menor de 16 años de edad.
    
Reveló que previo a la llegada de la presente administración municipal, pagaban un permiso mensual, pero hace poco más de un año que ya no pagan absolutamente nada y solamente tienen que adaptar sus carritos de servicio, de acuerdo a la imagen institucional de cada gobierno local.

No se conocen posibles tarifas
    
Tres de los 7 boleros del zócalo de la ciudad de Puebla, aseguraron que hasta el momento, ninguna autoridad de la ciudad, se ha acercado con ellos, para comentarles el posible cobro por asear zapatos en el zócalo o en las calles de la ciudad.
    
Sin embargo, dijeron que la medida, en caso de aprobarse, les pega directamente en sus ingresos, porque no ganan los recursos suficientes para el sostenimiento de sus familias y menos para pagar una tarifa establecida mensualmente.

Dispuestos a aportar para la ciudad
    
En un día malo, aseguraron los jóvenes que trabajan en el zócalo de la ciudad, logran bolear hasta 5 pares de zapatos, empero, si el zócalo es muy concurrido, hay muchos visitantes locales y hasta turistas, lograr bolear hasta 15 pares de zapatos, que a costo de 20 pesos por boleada, logran de 100 hasta 300 pesos diarios.
    
Ahora mismo recordaron, no pagan absolutamente nada al ayuntamiento de la ciudad, porque les condonaron la aportación mensual de 130 pesos, desde hace poco más de un año, con la llegada del alcalde Tony Gali Fayad.
    
Empero, con todo y los pocos recursos diarios que dicen ganar en una jornada laboral de unas doce horas diarias, los boleros del zócalo de la ciudad, están dispuestos a realizar alguna aportación, “no sabemos cuánto nos quieran pedir, pero podemos hacerlo”.
    
Dijeron que esperan, que la autoridad se haga conciente sobre la realidad que viven los trabajadores del aseo del calzado y que no les quiten sus fuentes de empleo, “podemos pagar, pero no ganamos mucho, porque nos quitarían mucho dinero”.

Son 7 boleros establecidos y diario llegan entre 5 y 6 más
    
Los jóvenes que trabajan en la plancha del zócalo, como aseadores de calzado, afirmaron que de los 7 jóvenes que diariamente acuden a prestar ese servicio al Centro Histórico de la ciudad, dos son menores de edad y dicen tener 16 años, sin embargo, su responsabilidad social, los hace aceptar una posible cuota mensual, para beneficio del desarrollo de la ciudad capital.
    
Empero, también piden que si se aplica la cuota para todos los que se dedican al aseo de calzado, porque diariamente, esa parte de la ciudad, es invadida por otros 5 o 6 boleros, que llegan a hacerles competencia.
    
La diferencia que ofrecen, reconocieron, es que los aseadores de calzado ambulantes, pueden moverse a los restaurantes, a las bancas del zócalo, a los locales, al pasaje y a cualquier lugar en que se encuentre un posible cliente, “y nosotros no lo hacemos, porque nuestros carritos están aquí, instalados en el zócalo”.

Retiros y aprehensiones de boleros
    
En los últimos años, han sido reiterados los reportes de boleros que han sido retirados del zócalo de la ciudad, por trabajar en esa zona sin permisos y ejerciendo la limpieza del calzado en zonas que no tienen permitido.
    
El caso más sonado fue el de Abraham Martínez, un ex boxeador poblano y uno de los pocos campeones mexicanos en la categoría peso Walter, que fue detenido por trabajar sin permiso, aunque todos los poblanos que llegan al zócalo, saben que trabaja de manera honrada.

Varios intentos por meterlos al COREMUN
    
En los últimos años, se han impulsado varios intentos por lograr que los aseadores de calzado del Centro Histórico de la ciudad y del resto del municipio, paguen los respectivos impuestos, sin embargo, por diversas razones, la medida no ha prosperado.
    
Incluso, en el año 2013, durante la administración del presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, el regidor del PAN, Pedro Gutiérrez, planteó una tarifa, que fuera simbólica para los boleros, pero no una tarifa elevada.

Parte del atractivo turístico
    
Lo cierto, es que los 7 aseadores de calzado que se ubican en la plancha del zócalo, son jóvenes y hasta menores de edad, que tienen perfectamente pintados los carritos de servicio, utilizan uniformes y son totalmente respetuosos del poblano, del turista y del visitante en general, pero además, trabajan jornadas laborales largas, porque llegan desde las 8 de la mañana y terminan a las 8 de la noche.
    
De tal forma, que también forman parte del atractivo de la zona monumental poblana, porque coadyuvan a mantener limpia esa parte de la ciudad.
    
Los boleros, son pues, esa parte de la movilidad social y urbana que tiene el Centro Histórico de la capital poblana, pero además, son parte del atractivo turístico de una ciudad como Puebla, catalogada como patrimonio cultural de la humanidad.