En Puebla, antes de que se proyecte por primera vez cualquier película mexicana o extranjera en salas de cine, cientos de personas pueden ver los filmes gracias “a la magia de la piratería”.


Estimaciones de los mismos productores es que se venden hasta 50 mil DVD “piratas” en la primera semana antes del estreno de cualquier película, pero dependiendo su arrastre, lo que los hace perder nueve boletos por cada venta en cines.
Estimaciones conservadoras del sector comercio indican que 8 de cada 10 videos que se venden en Puebla son “piratas”, lo que hace de este negocio un botín millonario día con día. Es muy difícil frenar este tipo de ilícitos, ya que solamente se pueden decomisar los productos mediante una denuncia penal, pero lo cierto es que el ayuntamiento está otorgando permisos para que se establezca la “piratería”.
Ahora son cada vez más los locales comerciales bien establecidos que expenden películas o discos musicales piratas, lo que implica al ayuntamiento en el otorgamiento de los permisos, y para verificarlo slo hay que darse una vuelta en pleno centro de la ciudad.

No todo es DVD
Estimaciones conservadoras del sector comercio indican que 8 de cada 10 videos, 5 de cada 10 prendas de vestir, 3 de cada 10 libros, 3 de cada 10 botellas de vino, 6 de cada 10 señales de televisión por cable y 3 de cada 10 vía satélite son piratas y robadas.
De manera constante, la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) exhorta a autoridades para que no sólo se dediquen a incautar artículos ilegales, sino también capture a los delincuentes. Ante las estadísticas, la Canaco se dio a la tarea de medir la magnitud del problema en la ciudad de Puebla, y como resultado informó que el 65 por ciento del mercado de software está infestado de productos piratas y una situación similar se observa en el sector de las telas, al verse afectados en un 50 por ciento por la “piratería”.
Las zonas identificadas por los poblanos como principales puntos de venta destacan: La Fayuca, con el 31 por ciento de menciones; la Cuchilla, con el 16 por ciento, y con 12 por ciento los mercados Independencia, Hidalgo y el centro histórico.
 
Poblanos piratas
Una encuesta realizada por la Canaco en la ciudad de Puebla a 640 personas reveló que el 74 por ciento de los entrevistados reconocieron que han comprado un artículo pirata en los últimos seis meses.
Entre los poblanos que consumen piratería, prefieren en un 74 por ciento discos compactos, ya sean musicales o DVD, un 13 por ciento en videojuegos, 4 por ciento en lociones, 11por ciento en ropa y solo uno por ciento en vinos y licores o medicamentos; otros productos, un 3 por ciento.
Otro punto interesante que arrojó el análisis es que la gente compra “piratería” por tres motivos principalmente: el bajo costo, por cuestión cultural y por desconocimiento de la procedencia de la mercancía.
 
Cómo ser pirata
La “piratería" en Puebla es uno de los negocios más rentables, ya que sólo se requiere una inversión mínima para obtener ganancias hasta del 300 por ciento, incluyendo cuotas a líderes de vendedores y algunas autoridades.
Tan sólo en el centro comercial Jorge Murad Macluf o “La Fayuca”, la venta de películas, programas de cómputo, videojuegos y música es indiscriminada, por lo que según los mismos comerciantes se logran ganancias de hasta 20 millones de pesos anuales.
Fuentes del mismo mercado, quienes pidieron anonimato, indican que se dan de cuotas cerca de 4 millones de pesos anuales como “pago especial” que exige la mesa directiva del mercado y que supuestamente destinan para pagar “protección” y evitar decomisos.
Para abrir un local de discos compactos “piratas” en “La Fayuca” sólo se necesita adquirir como mínimo un lote de 2 mil 500 películas, incluyendo los que ni siquiera han sido estrenados en salas de cine.
Para adquirirlo se necesita viajar a Tepito, en México, donde se pueden comprar las películas hasta en cuatro pesos y de menos calidad hasta en dos pesos, las de mejor calidad cuestan seis pesos. Si se toma en cuenta que los DVD de 6 pesos se llegan a vender hasta en 20 pesos cada uno, la ganancia neta llega a superar el 350 por ciento.
Pero hay que restarle la renta del local en “La Fayuca”, donde puede contratar hasta en 7 mil pesos mensuales, aunque mientras más cerca esté de las entradas, más costoso será. A los “gastos” hay que sumarle más mil 500 pesos del “pago especial” cada 30 días y 800 pesos por consumo de energía eléctrica bimensual.
En “La Fayuca” se calcula que por lo menos 250 los locatarios se dedican a la “piratería” de películas, música, software, videojuegos y otros artículos. Gracias a este tipo de mercados o centros comerciales, Puebla ocupa el octavo lugar en tráfico de productos apócrifos, según la Procuraduría General de la República.

Las pérdidas
El consumo de productos “pirata” generó pérdidas por 964 mil 688 millones de pesos a la industria en México, y de 454 mil 677 millones de pesos al Fisco.
Lo anterior fue el resultado de la Tercera Encuesta de Hábitos de Consumo de Productos Pirata y Falsificados en México, realizada por American Chamber (AmCham).
Del total de las pérdidas ocasionadas al Servicio de Administración Tributaria (SAT), 125 mil 795 millones de pesos corresponden al Impuesto al Valor Agregado (IVA); 327 mil 994 millones de pesos al ISR y 888 millones de pesos por IEPS. El sondeo fue aplicado a consumidores de Puebla, ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
De acuerdo con una estimación elaborada a partir del precio de los productos de mayor consumo en el país (CD, DVD, ropa, zapatos, accesorios, software y juguetes, entre otros), se proyecta que las pérdidas generadas a la industria crecerán cada año a partir de 2010, en parte por la entrada en vigor de los nuevos impuestos aprobados.
Las estimaciones más conservadoras de American Chamber revelan que los faltantes del sector industrial aumentarán a 975 mil 767 millones de pesos en 2010 a un billón 11 mil un millones de pesos en 2015.
David Trejo, director general de Intelligence Design Marketing (IDM), reconoció que los nuevos impuestos, particularmente el IVA de 16%, provocarán un incremento en el precio de los productos del mercado formal y en consecuencia un mayor consumo de piratas. La encuesta se aplicó a mil ocho personas de entre 16 y 55 años de edad, en las ciudades de México, Monterrey, Guadalajara y Puebla.

Los porqué
Los altos costos para entrar a una sala de cine ante la crisis es uno de los factores principales por los que ha crecido la “piratería” en Puebla, ya que es preferible, sobre todo para familias grandes, gastar 20 pesos a 300 en entradas.
La “piratería” en México es un delito socialmente aceptado y tolerado por el gobierno y ciudadanos, lo que ha provocado niveles altísimos de impunidad, dijo en 2011 el representante de la Asociación Mexicana para la Protección de la Propiedad Intelectual (AMPPI), Mario Roberto Castañeda Franco.
La situación socioeconómica juega un papel determinante en esta problemática y si se ha dado una responsabilidad para la falta de atención del problema en manos de los gobiernos, también la iniciativa privada debe poner mucho de su parte.
"La iniciativa privada tiene que ofrecerle al consumidor productos a precios accesibles, en el momento accesible y en el lugar accesible para todo consumidor".
El impacto que esto trae para el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y para el Impuesto al Valor Agregado (IVA) está significado como un negocio de entre 10 mil a 12 millones de pesos que no ingresan como tributación que de poderse captar a través del comercio organizado, los tres niveles del fisco se verían beneficiados.
El entonces representante de la Asociación Mexicana para la Protección de la Propiedad Intelectual (AMPPI) expresó que las capitales de la “piratería” son Guadalajara, Monterrey y Puebla, así como el Distrito Federal.
Da la impresión de que el problema es exclusivamente federal porque las leyes bajo las cuales se sancionan estos actos son federales, ya que las autoridades que combaten la “piratería” son del orden federal. Sin embargo, se requiere de la participación de los gobiernos locales en un tema fundamental que es la regulación del comercio informal, por lo que e debe exigir a las autoridades locales, que regulen e inspecciones las actividades mercantiles y de comercio.