Dos explosiones ocurridas cerca de una estación de trenes en Ankara, capital de Turquía, han dejado este sábado al menos 86 víctimas fatales y más de 186 heridos.
Las imágenes que llegan de las agencias de noticias en el terreno muestran numerosos cuerpos tendidos en la escena y de acuerdo a las autoridades es el ataque más violento de este tipo en la historia reciente del país.
El hecho ocurrió cerca de la principal estación de trenes de la ciudad y ocurrió cuando pasaba por el lugar una marcha pacífica para exigir el fin de la violencia contra el grupo separatista kurdo PKK.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, condenó los ataques a los que llamó "actos terroristas".
Los reportes señalan que el gobierno está investigando si se trata de un ataque suicida.
Una movilización similar realizada por el HDP en la ciudad Diyarbakir, en el sur del país, fue atacada con una explosión en el pasado mes de junio.
El ataques de este tipo ya se esperaba en medio de las tensiones por la próxima jornada electoral.
El gobierno ha acusado reiteradamente a las organizaciones relacionadas con el Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK por sus siglas en kurdo) de perpetrar actividades terroristas en el territorio turco.
El pasado mes de marzo los líderes del PKK afirmaron que estaban a dispuestos a negociar con el gobierno turco.