Para evitar abusos en los divorcios donde una de las partes busca quedarse con la mayoría de los bienes, dejando en la calle a su pareja, podría darse una reforma al Código Civil del Estado para que el trabajo doméstico sea reconocido y tenga contribución económica.
De acuerdo a la iniciativa que se presentó por parte de la bancada del Partido Verde Ecologista a través de la diputada Geraldine González Cervantes  se pide el considerar el trabajo en el hogar y el cuidado de los hijos realizado de manera preponderante, como contribuciones económicas al sostenimiento del hogar.
En el documento se señala que en caso de divorcio, se propone que el cónyuge dedicado al hogar acceda hasta al 5 por ciento del valor de los bienes adquiridos durante el matrimonio, para lo cual se aplicaran los principios de equidad y proporcionalidad
La iniciativa de decreto es para  reformar y adicionar los artículos 324, 376, 443 y 471 del código civil para el estado libre y soberano de Puebla
Explicó que lo  anterior  es para atender esta demanda añeja de las mujeres amas de casa, quienes se esfuerzan en las labores domésticas con jornadas que rebasan las 14 horas diarias, sin que exista el reconocimiento personal, legal y económico de su importancia, dada la estabilidad que generan al interior y exterior de los hogares mexicanos y poblanos, cuenten con protección.
La diputada dijo que la intención de la presente propuesta se concentra justamente en dimensionar y reconocer la valía del trabajo doméstico y de quien lo realiza, incluyendo a mujeres y hombres dedicados preponderantemente a su ejecución.
Señaló que la aportación femenina en el desarrollo de la nación ha sido importante y permanente. “Al principio callada, temerosa y limitada. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha  avanzado en el reconocimiento de derechos y el acceso a oportunidades antes negadas, lo cual representa solo una parte de los logros que debemos concretar para poder hablar de manera convencida de igualdad.” 
Señaló que actualmente la participación de las mujeres no encuentra límites, ya que va de la atención del hogar hasta el ejercicio de alguna profesión, la prestación de servicios, la actividad en  el comercio o la industria, el ejercicio de algún cargo público o de representación popular, e incluso el desarrollo de oficios anteriormente exclusivos del género masculino. 
Las cifras
Según la Cuenta satélite del trabajo no remunerado de los hogares de México 2013, del INEGI, es el tiempo destinado por los miembros del hogar para realizar las labores de limpieza de la vivienda, preparar los alimentos, limpiar la ropa, hacer las compras de bienes y servicios, así como brindar cuidados generales y de salud cuya finalidad sea satisfacer las necesidades de los integrantes del hogar, sin obtener un pago o remuneración como contrapartida.
En México, el valor económico del trabajo no remunerado de los hogares equivale a 20.5% del Producto Interno Bruto, lo que implica que por cada 100 pesos generados en la economía, adicionalmente se generarían poco mas de 20 pesos si se compraran dichos servicios.
Según estudios el valor de las labores domésticas y de cuidado no remuneradas es superior a la participación individual de cualquier actividad económica del país; por ejemplo, la industria manufacturera aportó, durante el 2013, el 16.9% del PIB y el comercio el 15.5%.
Las cifras del mismo estudio, aplicable al periodo 2003–2013, las mujeres aportan 77.7% de las horas totales de trabajo doméstico, lo que es equivalente a 3.5 veces la contribución de los hombres a estos quehaceres.