El Papa Francisco manifestó su alegría por la inminente visita a cuatro estados en México, en su viaje apostólico a ese país previsto del 12 al 18 de febrero próximo.
Al finalizar su encuentro anual con diplomáticos acreditados ante la Santa Sede, en la Sala Regia del Palacio Apostólico del Vaticano, el Pontífice saludó al representante mexicano Mariano Palacios Alcocer e intercambió algunas palabras con él.


"Fue un saludo cordial porque le agradecimos a Su Santidad el viaje explicándole que ya estábamos muy ansiosos de recibirlo en México y nos respondió que está muy contento de visitar cuatro estados y por supuesto a la Virgen de Guadalupe", dijo el diplomático.

 


"Fue muy cordial, ya muy puesto todo el equipo de la Secretaría de Estado (del Vaticano) que está muy pendiente de los avances que tengamos en esto", agregó en declaraciones.


El viernes 12 de febrero Francisco llegará a la Ciudad de México en un viaje que incluirá actividades en Ecatepec (Estado de México), Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas (Chiapas), Morelia (Michoacán) y Ciudad Juárez (Chihuahua).
Justamente el líder católico se refirió a su paso por Ciudad Juárez en su largo discurso a los embajadores, recordando la "dramática situación" de los migrantes que intentan cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
Palacios Alcocer recordó que el mensaje papal se centró en el "gran problema de la migración" y cuando refirió al circuito de la migración en el continente americano, la única actividad internacional que anticipó es la que tiene que ver con la visita a Ciudad Juárez el mes próximo.


"El Papa destacó algo que nosotros hemos sostenido mucho en México: que el migrante representa un potencial enorme de riqueza en el intercambio cultural y su aportación a la construcción de un sistema económico, a la productividad, al diálogo interreligioso y la realidad cultural", abundó.


Insistió en destacar la preocupación de Francisco por dejar en claro que los migrantes "no son un lastre" y que los países receptores, sin demérito de los derechos de sus ciudadanos, deben respetar su identidad étnica, cultural y religiosa como parte del más amplio sentido de la tolerancia.