¿A qué sabe una lechuga cultivada en el espacio? El astronauta Scott Kelly tiene la respuesta. También, es una de las primeras personas en ostentar el título de jardinero espacial, pues hizo parte de un grupo de astronautas que, el pasado sábado, logró que una zinnia floreciera en el espacio.
Desde el 2014 la hazaña de cultivar alimentos fuera del planeta se volvió una realidad. En mayo de ese año el equipo Veggie (argot para vegetariano o vegetal), del que Kelly y otro número de astronautas de la Nasa hacen parte, cosechó una lechuga romana roja.

 

 


Pero el reto de lograr que una flor creciera bajo microgravedad era mucho más difícil. Trent Smith, director de Veggie, explicó que la flor es más sensible al ambiente y a la luz, haciéndola más difícil de cuidar, pero una buena precursora para cultivar una planta de tomates, la idea a futuro de la Nasa.

Todo por unos tomates


Eran las 3:45 de la mañana del 22 de diciembre y Smith recibió una llamada telefónica. Era la Estación Espacial Internacional, que tenía malas noticias: las hojas de algunas zinnias estaban muertas y una capa de moho comenzaba a verse en la esquina de una de ellas. El exceso de humedad era un problema mayor que amenazaba el éxito del proyecto.
Luego de hablar con Smith por el teléfono, el astronauta Scott Kelly limpió el moho de las plantas. Los ventiladores se calibraron al máximo, a la espera de reducir la humedad y evitar que el moho siguiera creciendo.
No pasó demasiado tiempo para que el equipo Veggie se enfrentara con otro problema. Dos días después del incidente, el 24 de diciembre, Kelly se comunicó con Smith de nuevo: los ventiladores estaban secando demasiado el cultivo. Kelly consideraba que necesitaban más agua, pero el próximo riego estaba programado para el 27 de diciembre.

 


“Creo que para ese entonces será demasiado tarde”, relata Kelly en un texto publicado por la Nasa que reúne la historia de las zinnias. “Si vamos a ir a Marte y vamos a cultivar cosas deberíamos ser capaces de decidir cuando necesiten agua”, dijo el astronauta, plantándose en su decisión frente al riego.
 

Kelly: jardinero astronauta


Un par de semanas después de regarlas de forma prematura, dos de las flores murieron. El cosmonauta las cortó para guardarlas y que las estudiaran a su regreso a la Tierra. Las dos restantes, sin embargo, mostraban signos de mejoría, y tenían brotes de flores que crecían con timidez.
Kelly no podía estar más feliz. Les tomó una foto y la compartió en Twitter mientras decía: “¡Algunas de mis flores espaciales están resistiendo! ¡Ya no se ven tristes!”.
El 16 de enero llegó el día que el proyecto Veggie estaba esperando. Las zinnias florecieron, abriéndose con tonos amarillos, rojos y naranjas.
Festejando su logro y el del resto del equipo, Kelly trinó varias fotos de las flores. Una de ellas tenía un apunte optimista. El mensaje rezaba: “¡Sí, hay otras formas de vida en el espacio!”. Foto: @StationCDRKelly