Este 2 de febrero se lleva a cabo una de las tradiciones más arraigadas del pueblo mexicano y de los poblanos, el Día de la Candelaria.
Y aunque este sector ha sido afectado por productos chinos, sigue entre las celebraciones más arraigadas de mexicanos.
La usanza religiosa de vestir a las figuras continuará a pesar de esta guerra, crisis y altos costos, gracias a que los creyentes tienen entre sus prioridades seguir con la fe católica.
Por lo tanto, decenas de vendedores ambulantes cambian sus productos para dedicarse a la vendimia de temporada, pero en su mayoría venden figuras chinas, sobre todo accesorios, a diferencia de los negocios establecidos que comercian productos mexicanos.
La diferencia son los costos, figuras del mismo tamaño tienen precios distintos, una china llega a costar desde 50 pesos y las del país 100 pesos; los primeros son hechos de resina y los segundos de yeso, material más caro y menos resistente.
Sin embargo, los Niños Dios mexicanos se pueden reparar más fácilmente que los traídos del lejano oriente.
Lo que sí es 100 por ciento mexicano son las vestimentas. Este año debido a la crisis, aumentaron los costos hasta 25 por ciento, según algunos vendedores, quienes tienen precios que van desde los 70 hasta los 350 pesos.
En Puebla existen por lo menos 50 talleres de artesanos poblanos, indicó Herminio Blanco, vendedor de la zona de la 6 Poniente.
“No podemos dar más barato, todo ya está re caro, si los diéramos más bajo, pues le ganamos poco y tendríamos que dejar el negocio, tenemos que recuperar los gastos, ya que el espacio es bastante caro”, afirmó el comerciante.

De exportación


Artesanos poblanos de Santiago Acatlán, junta auxiliar de Tepeaca, han logrado exportar Niños Dios a ciudades de Estados Unidos como Nueva York, países de África, Italia e incluso Japón, compitiendo con productos chinos.
Jorge Huerta Chávez, uno de los artesanos, informó que se han enviado especialmente para capillas o iglesias, tanto en el continente Africano, donde han mandado Niños Dios negros o morenos, y otros a Japón con ojos rasgados.
El envío de este tipo de pedidos ha sido posible a través de las órdenes religiosas que están asentadas en Puebla con presencia en países de los cinco continentes. 
Indicó que la crisis ha afectado al sector, sobre todo ante el alza de precios de los materiales que requieren para la elaboración de las imágenes, como pinturas o bronce de importación.
La actividad actualmente genera alrededor de 3 mil 500 empleos entre directos e indirectos en la zona.