El senador poblano Luis Miguel Barbosa Huerta en entrevista con El Universal asegura que no ve al PRD en Los Pinos después de los comicios del 2018 porque carece de condiciones para atraer al electorado.
Barbosa Huerta destaca a el Gran Diario de México que la relación cercana de Los Chuchos al gobierno le restó credibilidad a su partido.
Durante la entrevista con el periodista Jorge Ramo Pérez el coordinador del sol azteca en el Senado puntualiza que la administración federal no hace nada contra el gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle Rosas por temor a Margarita Zavala.
A continuación Intolerancia Diario reproduce la entrevista completa de El Universal:

Miguel Barbosa Huerta, coordinador del PRD en el Senado, admite que no ve posibilidades a su partido de ganar las elecciones presidenciales de 2018.
El legislador poblano, quien durante muchos años fue mano derecha de Jesús Ortega y Jesús Zambrano, líderes de Nueva Izquierda, asegura que su partido no es visto como oposición real, además de que la falta de institucionalidad, la corrupción y su cercanía con el poder le restan simpatías.
Afirma que el gobierno federal “deja correr” a Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla, para que se fortalezca, porque “Margarita Zavala sería la candidata por el PAN a la Presidencia que incomodaría al PRI”.
En un balance de la situación del PRD, asegura que al interior del partido hay quienes proponen que vayan aliados con el PAN o con Andrés Manuel López Obrador en la lucha por la Presidencia en 2018.
“La ruta del PRD debe ser su reconstrucción desde abajo. Hoy, no tiene condiciones para pensar que puede ganar el gobierno [federal] en 2018. Un dirigente del partido me dijo que si teníamos 10 puntos reales antes de ese año, Andrés Manuel [López Obrador] nos va a buscar para una coalición. No debemos prepararnos para que él voltee a vernos; debemos mejorar para poder competir renovados, pero solos. Si no nos alcanza para 2018, que no lo veo, que sea en 2024”, asegura.
Asimismo, el senador acusa a Andrés Manuel López Obrador de ser responsable de la mayor división de la izquierda en México y de la situación actual del PRD.
Dice que la izquierda podría estar unida dentro del PRD. Pero “su salida [de López Obrador] y la ruptura que causó impiden que sea así. En el PRD se han hilado hechos caracterizados por la falta de institucionalidad, por el incumplimiento de las normas internas. Después de la división, vinieron los malos momentos”.
El legislador argumenta que la falta de institucionalidad permitió hechos de corrupción y descomposición de los procedimientos partidarios para designar órganos de dirección y candidaturas. “Ha habido acercamiento funcional de muchos dirigentes con gobiernos locales y el federal”. Por ello asegura que sectores importantes de la sociedad “ya no ven al PRD como partido de oposición real”.
Hoy las corrientes son “protopartidos que tienen su propia forma de organización, manejan sus finanzas y tienen sus vínculos con el gobierno federal y los estatales”.
Ponga nombre y apellido…
—No, yo nada más te voy a decir en qué consiste…
Sería bueno que lo dijera…
—[Hay] relación de corrientes internas con el gobierno para fines electorales. Todos hablan con [la Secretaría de] Gobernación para asuntos políticos y electorales.
¿Quiénes?
—Todas las corrientes. No voy a poner un nombre, pero todas las corrientes hablan, obtienen información y luego obtienen una carpeta de negociación con las secretarías de Estado en materia de gestión. Eso no es posible, es una descomposición.
¿Están llenos de traidores?
—No voy a usar es palabra. Se ha instalado en el PRD una clase política de dirigentes que actúan al margen de la institucionalidad del partido.
¿No es un eufemismo?
—Pues es una forma de decirlo, porque no voy a usar esa palabra que tiene contenidos pasionales.
¿Desleales?
—Hay protopartidos; el gobierno se aprovecha de ese comportamiento para tener comunicación, pero no con el PRD como institución, sino con partes que representa intereses dentro. La relación con el poder público es regla de oro para algunas corrientes. Que me digan si no ha habido reuniones de negociación política entre el gobierno y Nueva Izquierda desde que Agustín Basave es presidente del PRD. Eso provoca una gran debilidad al partido.
Basave dijo a EL UNIVERSAL que usted en lugar de criticar debe bajarle dos rayitas y apoyar más al partido, ¿qué responde?
—Bueno, sí, todos tenemos que bajarle una, dos, tres o más rayitas. Pero en los hechos yo no he dejado de actuar en Puebla, como me dijo mi presidente. La confrontación para la candidatura en Puebla fue entre el gobernador Moreno Valle y yo. Habría que preguntarle a Jesús Ortega sobre su relación con Moreno Valle.
¿Nueva Izquierda quiere que haya una alianza PAN-PRD en 2018?
—Creo que sí, hay dirigentes que no descartan esa idea. No sé cómo alguien puede estar a favor de una alianza con el PAN y mantener relaciones de beneficio con este gobierno.
¿Por qué nadie hace nada contra Rafael Moreno Valle?
—Porque lo quieren caminando para no dejar libre a Margarita Zavala. La coalición del PAN en Puebla con PT y Panal fue permitida desde el gobierno federal, eso que lo entienda Blanca Alcalá. Margarita sería la candidata por el PAN a la Presidencia de la República que incomodaría al gobierno.