Lejos de sentirse derrotado por el fallo del TEPJF en su contra, Ricardo Jiménez puntualizó que hoy comienza su carrera electoral rumbo al proceso electoral del 2018. Pero lamentó no ir al encuentro político organizado por el CCE para “decirle a todos los candidatos en su cara lo corruptos que son”.

Acompañado por Ricardo Villa Escalera y sus dos abogados, Jiménez Hernández puntualizó que en Puebla para ser candidato es necesaria la amistad del gobernador o de algún funcionario por eso pidió al electorado sufragar por “la honestidad” en el proceso de junio para evitar que arriben a puestos esenciales de las administraciones gubernamentales personas incapaces y dedicadas a violar la ley.

José Campillo uno de los abogados de Jiménez Hernández calificó de injusto el fallo del TEPJF por dar puros tecnicismos en la resolución que noqueó a Jiménez para contender en la elección de junio. “todas las autoridades hablan con tecnicismos para engañar por eso iremos a las instancias internacionales”.

El último cartucho –dijo– lo quemarán ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos  (CIDH) por ser inexplicable que las propias autoridades violen acuerdos signados para fortalecer el estado de derecho.

Así Ricardo Jiménez con el apoyo moral de los suyos reiteró estar en el camino correcto para abrir de par en par las puertas de la verdadera democracia que saborearán varios candidatos independientes en el 2018 porque únicamente requerirán el 1 por ciento de la aprobación del pueblo.

El ya aspirante a la contienda electoral del 2018, insistió que el panorama de la policía casera se nutrirá y condimentará con la chispa de los independientes porque ya no serán encadenados por los amigos del gobernador en turno.

Ricardo Villa Escalera, al escuchar esas palabras, tomó la palabra con su espíritu guerrero para apalear con su retorica a los organismos electorales poblanos por ser unas marionetas del gobernador.

Su tocayo lo escuchó con atención para puntualizar que “mi bandera democrática la he enarbolado desde hace 10 años por eso invito a la gente a votar por la honestidad”.

Ricardo Jiménez con su sonrisa –al estilo de los políticos estadunidenses y con el romanticismo del ‘no pasarán’–, advirtió que no quitará el dedo de la llaga para evitar que en Puebla sucedan casos como el suyo en el siguiente proceso electoral.

Las 146 mil firmas entregadas al Instituto Electoral del Estatal (IEE) para contender en  junio por la minigubernatura –dijo– eran legítimas, pero los árbitros electorales de Puebla encontraron inconsistencias a donde nunca las hubo.