En una atmósfera de escepticismo aunque sin perder las esperanzas, se celebró este sábado en la ciudad helvética de Lausana una nueva conferencia internacional para tratar de lograr una tregua en Siria que permita después encarrilar un proceso político hacia la normalización y la paz. Los acontecimientos de los últimos días, sin embargo, no permiten ser optimistas.

La semana que acaba de finalizar ha sido especialmente tensa en el terreno, ya que la aviación de Siria y Rusia no ha dejado de machacar Alepo en un intento desesperado de recuperar lo antes posible para el régimen de Bashar al Assad esta importante ciudad, la segunda del país. Moscú y Damasco están siendo acusadas de cometer «crímenes de guerra» por dirigir sus bombardeos contra zonas habitadas, fundamentalmente por civiles.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos sostiene que los barrios del este de Alepo bajo control rebelde, están siendo sometidos a un intenso fuego. De ahí que la sola celebración de este nuevo encuentro de las grandes potencias y los países de la región se perciba casi como un milagro.

La reunión comenzó en el lujoso Hotel Beau-Rivage Palace con la participación de Arabia Saudí, Qatar, Egipto, Estados Unidos, Irak, Irán, Jordania, Rusia, Turquía y el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.

La oposición siria no fue invitada como tampoco ningún país europeo. Antes del encuentro, se entrevistaron brevemente cara a cara el secretario de Estado norteamericano, John Kerry y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, cuyos países se encuentran en el peor momento de enfrentamiento que se recuerda desde los tiempos de la «guerra fría». Se ven por primera vez después de que, a principios de mes, rompieran el diálogo bilateral sobre Siria.

Los observadores creen que las negociaciones serán arduas, prolongadas y con escasa probabilidad de que produzcan resultados rápidos. Lavrov dijo en la víspera que no espera «nada especial» de la reunión. De hecho, hay otro encuentro previsto hoy domingo en Londres también sobre Siria con los europeos, al que acudirá Kerry tras pasar por Lausana.

El encuentro de ministros de Exteriores en Lausana fue convocado por Estados Unidos. No hubo declaración final. Washington dio a entender que solo se pretendía «sondear» la posibilidad de incorporar al proceso de negociaciones a países clave de la región afectados por la guerra en Siria.