“No me expulsaron, me fui antes”, afirmó Fernando Morales Martínez, en respuesta a la expulsión anunciada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en su contra, al tiempo que levantaba con una sonrisa visible los documentos de su renuncia como un trofeo.

De este modo, en rueda de prensa, Morales Martínez, mostró sin dejar de sonreír, tres cartas que presentó al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del tricolor, sobre su renuncia en 2016.

Asimismo, aseguró que su renuncia no la hizo pública “para ver hasta dónde llegaba el dirigente estatal del PRI en Puebla, Jorge Estefan Chidiac, con el riesgo de dañarse su imagen”.

Ahora, afirmó el también subsecretario de la administración estatal, que el que quedó en ridículo fue el tricolor, porque ni siquiera revisó sus documentos donde ya estaba la renuncia.

El hijo del exgobernador, Melquiades Morales Flores, desde el viernes pasado fue expulsado del PRI, por apoyar en campaña al actual mandatario, Tony Gali Fayad, quien abanderó una coalición distinta al tricolor.

El futuro político de Morales Martínez es incierto, al descartar afiliarse al Partido Acción Nacional (PAN) o al Movimiento Regeneración Nacional (Morena), pero no sobre una candidatura independiente, que analizará en su momento, dijo.

Inicié un proceso para defender mis derechos partidarios”, sostuvo al reconocer que ingresó el caso en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). “Finalmente, les estuve siguiendo el juego”, aludió.

Estuve esperando ese momento para demostrar a la sociedad, a los militantes de a pie, que yo no tuve ninguna falta en el partido (…) lo que si critico es una dirigencia excluyente”, señaló.

Para mí fue un paso muy doloroso en esa época renunciar al partido, no lo quise hacer público, aunque sabía que lo tenía que hacer, lo estoy haciendo en este momento solamente para demostrar (….) actúan con la víscera, no con el cerebro”, declaró.

Lo peor de todo es que ni siquiera revisaron los registros (…) fue muy doloroso seguir aguantando todas las infamias que hablaban sobre mí, pero ha llegado el momento de decir, no me expulsaron, yo me fui desde hace mucho tiempo”, sostuvo ante la prensa al señalar las cartas.

–¿Por qué tanto tiempo, por qué no lo dijiste antes?–, se le cuestionó.

–Porque yo quería seguirles el juego, ver hasta dónde llega su maldad–, respondió.

–¿Es creíble?

–Pues sí, porque yo no estaba obligado a informarlo. Finalmente yo informé, yo renuncié y con toda la libertad me pude venir a apoyar a Tony Gali Fayad, porque no tenía ningún resentimiento, ningún recelo hacia mi persona de estar apoyando a un candidato diferente al del PRI–.

Y aseveró que en la pasada elección no apoyó a ningún abanderado panista, sino a un candidato ciudadano que acogieron muchos partidos políticos.

–¿No fue un error, porque se perjudicó tu imagen?–, se le preguntó.

–Mi imagen puede o no salir perjudicada, yo diría que para mí es más importante lograr demostrar lo que vale, esta actual dirigencia en función del desgaste que tuve políticamente–, relató.

Puedo decir que he recorrido el estado y que tengo amigos priistas, los de base, los que verdaderamente han estado militando”, sentenció.

Tras la rueda de prensa posó para los fotógrafos con gran sonrisa, mostrando los documentos como un trofeo contra el PRI.

Los documentos

La primera de las cartas de Fernando Morales Martínez está fechada el 20 de marzo de 2015, y dirigida al entonces dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz.

En la misma le informó que aceptó laborar en el gobierno del exmandatario, Rafael Moreno Valle Rosas, como subsecretario de Desarrollo Político y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobierno.

Por lo anterior me permito reiterar a usted y a nuestro Partido Revolucionario Institucional las muestras de mi lealtad, respeto e institucionalidad a la organización política que me formó y en la que he militado durante treinta años”, dice parte de la misiva.

Para el 15 de enero de 2016, dirigió una carta al entonces líder nacional del tricolor, Manlio Fabio Beltrones Rivera, en la que presentó su renuncia tras haber militado desde 1985.

Renuncio a este organismo político con la tranquilidad que me dio el trabajo honesto y comprometido que realicé durante 31 años y agradecido con las oportunidades que me fueron brindadas”, se indicó.

El documento fue sellado de recibido por la recepción el mismo día a las 11:06 horas.

Para el 28 de enero de ese mismo año, ratificó la renuncia en otra misiva dirigida nuevamente al presidente nacional del PRI, fundamenta con el artículo 121 del Código de Justicia Partidaria.