Los Tuzos del Pachuca se coronaron campeones de la Liga de Campeones de la Concacaf, ganando el derecho, al mismo tiempo, de representar a zona en el Mundial de Clubes, tras vencer a los Tigres de la UANL por marcador global de 2-1.

Fue en la cancha del estadio Hidalgo, donde la oncena local obtuvo el triunfo por la mínima diferencia, obra de Franco Jara, cuando el encuentro ya agonizaba, al minuto 83.

Los arqueros fueron los protagonistas de la historia, es decir, Nahuel Guzmán y Alfonso Blanco, quienes parecían auténticas murallas.

Con sus actuaciones evitaron en más de una ocasión que las líneas ofensivas concretaran anotaciones, reaccionando a tiempo y cumpliendo con atajadas oportunas.

Ese fue el resumen de la primera mitad. Espectacularidad, sin dueños del balón; un partido ríspido, digno de una Final.

Franco Jara no salió fino, su puntería no estaba de su lado. Pero su insistencia le trajo una grata recompensa.

El delantero de Pachuca logró concretar el único gol del encuentro, tras un rechace de Nahuel Guzmán, arquero universitario, cuando Franco Jara estuvo en el lugar correcto para mandar el balón a las redes al minuto 83.

Los Tigres de Ricardo Ferretti tenían muy pocos minutos para poder anotar el tanto del empate y forzar el partido al alargue.

No se veía un panorama claro para poder contrarrestar el trago amargo del inesperado gol hidalguense.

El tiempo no dio para más y los Tuzos del Pachuca se convirtieron en campeones de la Liga de Campeones de la Concacaf.