La muerte de padre e hijo quemados vivos por una muchedumbre en Acatlán de Osorio, fue transmitida en vivo por Facebook, la que sus familiares vieron con pánico.

 Fueron por su material y los confundieron, pagaron un precio muy grande por ir por material”, palabras entre sollozos de la esposa de uno de los dos linchados en Acatlán de Osorio.

Un par de ataúdes grises en la humilde vivienda en Tianguistenco, comunidad enclavada en la mixteca poblana, son la muestra del dolor de una familia que perdió a padre e hijo.

Los mismos ataúdes solo quedan de muestra de la barbarie que vivieron un día antes al ser quemados vivos por una turba que los señaló como delincuentes.

La construcción de una pequeña barda que quedó a la mitad fue el motivo para que Alberto Flores Morales y Ricardo Flores Rodríguez, acudieran a la comunidad vecina, Boquerón.

Solo fueron a buscar material de construcción, aseguran ahora familiares, pero encontraron la muerte linchados todo porque alguien los señaló como robachicos.

Así lo han relatado en entrevistas a diversos medios de comunicación en la mixteca poblana, donde exigen justicia contra quienes les arrebataron la vida de esa manera.

Ricardo Flores Rodríguez, de apenas 21 años de edad, llegó de vacaciones a ver a su familia, debido a que estudia en Jalapa, Veracruz, pero trató de ayudar a su papá Alberto Flores Morales, de 43 años, en la construcción de la barda.

“Fueron por su material allá y los confundieron, pagaron un precio muy grande por ir por material”, dijo la esposa entre micrófonos y lágrimas.

Fueron a traer su material paras seguir trabajando, se pararon a una tienda a tomarse una cerveza y esa fue la causa que dijeron que eran robachicos”.
 

En Facebook 

La madre del más joven, Charo Rodríguez, relata que la transmisión de cuando empezaba el linchamiento lo vieron desde Facebook, por lo que literalmente corrieron a la cabecera municipal a tratar de impedirlo.

Incluso escribió en los comentarios de la transmisión que lo dejaran:

Él es mi hijo no le hagan daño por favor, él no es ningún secuestrador él es de Tianguistengo junto con su tío, ingratos por qué quemaron su camioneta si ellos no son secuestradores soy madre, tiéntense el corazón por favor. Él es mi hijo, no le hagan daño por favor son de Tianguistengo", clamó. 

Dicha transmisión que círculo ya no existe por las políticas de Facebook. 

Al llegar al lugar desesperados, los policías municipales no los apoyaron y ahora la turba los acusaban de proteger a delincuentes, por lo que también corrieron peligro.

De Boqueron los llevaron a Acatlán y ahí es donde la multitud se metieron a sacarlos de la comandancia, de ahí los mataron con gasolina y prendieron fuego”, recuerda entre llanto.

Al llegar al lugar los empezaron a insultar, “nos decíamos que si ya sabemos que como eran por qué no los denunciamos, pero de verdad ellos no eran eso que decían”.

Pidieron ayuda a los policías municipales que ahí estaban, pero les dijeron que no podían hacer nada porque la gente ya se los habían quitado.

“Necesitamos justicia, eso no puede quedar así, que se limpie su nombre de ellos y de la familia porque nos gritaron que nos iban a hacer lo mismo”.
 
Muerte espantosa

La misma riata que ocupaban para laborar fue utilizada para amarrarlos, junto con la cadena la traía en la camioneta para diferentes trabajos.

Nuevamente, un rumor hizo que el pueblo se levantara, todo transmitido por la red social.

Otro terrible linchamiento ocurrió en Puebla, que recordó al vivido en octubre de 2015, cuando dos encuestadores fueron confundidos por secuestradores en Ajalpan.

Ahora fueron pobladores de San Vicente Boquerón, quienes detuvieron las dos personas acusándolas de “robachicos” para después quemarlos vivos.

Alberto y Ricardo de 43 y 21 años de edad, padre e hijo, habían sido detenidas en dicho poblado, luego de que fueron acusados de robarse niños.

Al lugar, llegó la policía municipal para rescatarlos para llevárselos a los separos de la cárcel municipal en la cabecera de Acatlán.

Pero hasta ahí llegaron los enardecidos vecinos, quienes tocaron las campanas de la iglesia principal, para reunir en la plaza a los pobladores, para exigir a las autoridades la entrega de los dos presuntos hombres.

Al pasar los minutos, a población se metió a la comandancia, y sacó de los separos a los dos hombres, a quienes golpearon y después les prendieron fuego con gasolina.

Ante decenas de celulares prendidos y cientos de testigos, los dos hombres murieron por las llamas después de varios minutos, lo que celebraron los linchadores.

Hubo quienes transmitieron en vivo por Facebook, donde instaban a la población a apoyar el linchamiento.

Posteriormente el gobierno de Puebla lamentó los hechos y acusó que la autoridad municipal no siguió el protocolo establecido por la administración estatal, ni en tiempo ni en forma, para realizar una actuación correcta.

Detalló en un comunicado que la autoridad municipal nunca envió negociadores para establecer el diálogo con el grupo creciente de personas, y tampoco informó de los hechos en tiempo y forma a las autoridades estatales para brindar auxilio.