Un migrante hondureño murió este domingo tras un enfrentamiento entre la policía federal y una segunda caravana de centroamericanos que viaja con destino a Estados Unidos, en la frontera entre México y Guatemala, confirmó Ramón Girón, oficial mayor de los bomberos voluntarios guatemaltecos.

El hombre fue atendido por los paramédicos en el puente fronterizo que separa al país centroamericano de México luego de resultar gravemente herido en el choque con elementos de la PF que intentaron detener el ingreso a nuestro país.

La situación estuvo marcada por la tensión, debido a que muchos niños que forman parte del grupo quedaron en medio del enfrentamiento.

Al menos otras 20 personas debieron ser atendidas con lesiones de diversa consideración provocadas durante el choque.

Una vez rota la valla, los agentes antidisturbios —que se encontraban en el límite fronterizo de Tecún Uman y Ciudad Hildalgo, donde hace apenas diez días cruzó un primer grupo— lanzaron bombas lacrimógenas hacia los migrantes que intentaban cruzar. La multitud respondió con palos y piedras.

Tras los incidentes, el grueso del grupo, compuesto mayoritariamente por hondureños, logró cruzar entre exclamaciones de emoción y gritos de "vamos para México". 

Las recientes ofertas del gobierno de Enrique Peña Nieto de trabajo y atención médica no disminuyeron el paso de la mayoría de migrantes, que han decidido continuar su ruta hacia Estados Unidos.

El Gobierno hondureño anunció este domingo que registró el regreso de unos cuatro mil ciudadanos a su país de manera voluntaria tras desistir de continuar el viaje.

La segunda caravana está conformada por alrededor de mil 500 personas que viajan en grupos más pequeños y de forma más dispersa que la primera que, conformada por unos siete mil inmigrantes, inició su viaje el pasado 13 de octubre con dirección al norte. Este último grupo se encuentra actualmente en el estado de Oaxaca.