En su primera conferencia de prensa de la semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que se prevé que en las próximas horas se dé más información sobre el número de víctimas mortales y heridos por la explosión del ducto de Pemex en Tlahuelilpan, Hidalgo, el pasado viernes.

Asimismo, López Obrador puntualizó que en Tlahuelilpan se pudo evitar la tragedia si la práctica del robo de combustible no se llevara a cabo por la corrupción en el país.

El mandatario también hizo referencia sobre la demanda que presentó la CNDH contra la Sedena, acusando de inacción en el caso de Tlahuelilpan. Por lo que declaró que en la investigación de Hidalgo se actuará con total transparecia.

Por ello, señaló que el gobierno federal adquirió 571 pipas para abastecer combustible, lo cual tuvo un costo de 85 millones de dólares. Sobre las pipas, refirió que estás serán operadas por la Sedena en el Plan DN-III de abastecimiento de combustible.


Si lo vemos el problema en lo estructural, en el fondo, encontramos que no se tienen ductos suficientes, no creció el número de ductos, son los mismos de más de 30 años con miles de tomas clandestinas, ductos parchados, y con muy poca posibilidad de distribuir combustible. Por eso se decidió ampliar la capacidad para distribuir con pipas. Antes de la tragedia de Hidalgo, se resolvió comprar carros-tanques para aumentar el volumen de combustible transportado”, subrayó el mandatario.

Agregó que aún faltan comprar 136 pipas para que en total sean 707 las unidades, y llegar a dicha meta de distribución en marzo.