Quien fuera la primera secretaria de Estado, Adela Cerezo Bautista, ocupando la contraloría en el gobierno de Mariano Piña Olaya, sostuvo que quienes aseguran que asistirán al funeral del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se equivocan, indicando que no es la primera vez que lo dan por muerto, sin embargo, llamó a tener una presidencia local viva y que no responda a intereses personales.

En entrevista con Intolerancia, la también exdiputada local declaró que no es la primera ocasión en que el Partido Revolucionario Institucional se encuentra en una situación difícil: “esto ocurrió cuando el candidato fue Roberto Madrazo Pintado en 2006 y el tricolor se fue una tercera posición”.

Recordó que, además, debido al “Pemex Gate” y por las multas de los tribunales electorales, el partido se quedó sin recursos, pero advirtió que lo importante es que se tenía voluntad, vocación y experiencia en el Comité Ejecutivo Nacional a través de Beatriz Paredes, quien logró que se recuperara la presidencia de la República años después con Enrique Peña Nieto.

“Siempre se ha dicho que todos aquellos que están dando el réquiem al PRI les recordamos que gozamos de buena salud, y tal vez estemos un poco delicados, pero tenemos nuestras defensas que son las bases que ganan las elecciones”, dijo.

Referente al tema local, la priísta precisó: “lo único que me parece es que en el estado de Puebla se encuentra pasmado sin recuperación y sin experiencia de quien está al frente del PRI con el título de presidente del Comité Directivo Estatal”.

Adela Cerezo insistió que para ser dirigente, entre otras cosas, se requiere de autonomía de pensamiento, convicción, de principios y visión de futuro: “a quien ocupa las oficinas del Comité Directivo ni le veo independencia, ni visión de futuro y menos convicción de principios del partido”.

“Él fue candidato del entonces Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y, por lo tanto, no puede tener convicción de priísta”, lo anterior al referirse a Javier Casique Zárate.

Sobre las acciones que deben tomar con miras al próximo proceso electoral, declaró: “lo que debe suceder es un cambio en la dirigencia, independientemente de las circunstancias que acabo de manifestar, por el simple hecho de que está vencido el período, solo hay que ajustarse a los estatutos”.

“Debe haber un perfil que mínimo debe tener compromiso con la militancia, que la conozca y la o lo conozcan a quien dirija al partido”.

“Debemos superar la etapa de la derrota lamentablemente leo con preocupación que Javier Casique se reunió presuntamente con Eukid Castañón, pero esto, cierto o no, permea con la militancia y que se reúne con alguien ajeno al partido para la toma de decisiones, si era cierto sería lamentable y si no, hubiera hecho un posicionamiento para acabar con los rumores”.

Al hablar de la candidatura al gobierno del estado, dijo que el primer paso es tener un perfil para pacificar a Puebla políticamente, pues una complicación política se puede convertir en una convulsión social, lo que no se puede perder de vista.

Recordó que quien toma la decisión es el Comité Ejecutivo Nacional, pero con un comité local que sea vigente y propositivo, no solo obediente y sumiso, como ha ocurrido en los últimos años.

El Congreso no supo procesar

Asimismo, Cerezo Bautista se refirió al pobre trabajo legislativo: “el Partido se encuentra en su mínima expresión de quienes tienen que tomar la decisión, reconociendo la experiencia y, solo en casos aislados, se ve un trabajo”.

Comentó que en general un Congreso con pugnas internas y de grupo, difícilmente toma las mejores decisiones, lo que se está viendo.

Salvo el nombramiento de Guillermo Pacheco Pulido como gobernador, que se dio después de casi un mes de incertidumbre para el estado, la legislatura ha dejado mucho que desear, reiteró.