El papa Francisco confirmó que lo que se espera de la iglesia no es sólo condenar abusos de los clérigos, sino tener “medidas concretas y efectivas” para erradicarlo.

Lo dijo tras la inauguración del encuentro sobre la protección de menores, que se celebrará hasta el domingo en el Vaticano.

El encuentro comenzó con palabras de una víctima leídas por uno de los miembros del comité organizador, el sacerdote Hans Zollner: "Ni mis padres ni las autoridades eclesiásticas oyeron mi llanto. Y me pregunto: ¿Por qué tampoco Dios lo oyó?".

"El pueblo de Dios nos mira y espera de nosotros no simples y obvias condenas, sino medidas concretas y efectivas", ha afirmado el Papa ante los 190 representantes de la jerarquía eclesial reunidos para afrontar el problema de los abusos en una cumbre sin precedentes en la historia de la Iglesia. "Se necesita concreción", remarcó en su discurso.

El pontífice animó a buscar con valentía “curar las graves heridas del escándalo de la pedofilia en la Iglesia, tras exponer a los presentes que "sobre este encuentro pesa la responsabilidad pastoral y eclesial que nos obliga a discutir juntos, de manera sinodal, sincera y profunda sobre cómo enfrentar este mal que aflige a la Iglesia y la humanidad".

Indicó a los presentes que "sobre este encuentro pesa la responsabilidad pastoral y eclesial que obliga a discutir juntos, de manera sinodal, sincera y profunda sobre cómo enfrentar este mal que aflige a la Iglesia y la humanidad".

"Ante el flagelo del abuso sexual perpetrado por los hombres de la Iglesia contra los menores, pensé en consultar con ustedes, patriarcas, cardenales, arzobispos, obispos, superiores religiosos y responsables, para que juntos (...) podamos escuchar el grito de los pequeños que piden justicia".

También aseguró que se entregará a los participantes, entre ellos 114 representantes de las Conferencias episcopales, unas "líneas-guías" para ayudar a reflexionar y que serán "un simple punto de partida".

Asimismo, el papa Francisco agradeció a la Pontificia Comisión para la protección de menores, la Congregación para la Doctrina de la Fe y a los miembros del Comité organizador, “por el excelente trabajo desarrollado con gran compromiso para preparar este encuentro”.

Al finalizar, el Santo Padre pidió al Espíritu Santo “sostenernos en estos días y ayudarnos a transformar este mal en una oportunidad de conciencia y de purificación”.

El sábado por la tarde se llevará a cabo una liturgia penitencial y el domingo por la mañana una Concelebración Eucarística, ambos eventos serán en la Sala Regia del Vaticano.

Con información de La Razón