La Torre Eiffel, instalada en París, Francia, celebra su 130 aniversario durante este fin de semana organizando una serie de eventos.

Con una altura de 300 metros, fue construida para la Feria Mundial de 1889 por el ingeniero francés Alexandre Gustave Eiffel, basado en los diseños de Maurice Koechlin y Émile Nouguier, sin embargo, en principio no gozó del agrado de los artistas de la época.

En una carta dirigida al comisario de la exposición, Sr. Alphan, publicada en Le Temps, en 1887, la comunidad artística de París se manifestó abiertamente en contra de la estructura, a la que consideraron un “horror” y “una torre vertiginosamente ridícula” que ocasionaría la burla internacional de “la ciudad sin rival en el mundo”.

“Nosotros, escritores, pintores, escultores, arquitectos, apasionados aficionados por la belleza de París hasta ahora intacta, venimos a protestar con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra indignación, en nombre del gusto francés anónimo, en nombre del arte y de la historia francesa amenazadas, contra la erección en pleno corazón de nuestra capital, de la inútil y monstruosa torre Eiffel”, indicaba el documento.

Como respuesta, Gustave Eiffel mencionó: “Esta torre nadie la ha visto y nadie podrá decir lo que será antes de que esté construida”, mientras indicó que, de ser considerada bella e interesante, los artistas lamentarían haber tomado partido tan rápido.

“No solamente la torre promete interesantes observaciones para la astronomía, la meteorología y la física, no solamente permitirá en tiempos de guerra tener a Paris constantemente comunicado con el resto de Francia”, afirmó sobre su utilidad. Actualmente, además de su atractivo turístico, funciona como emisora de radio y televisión.  

Eiffel no se equivocó, pues la torre se ha convertido en el orgullo y el símbolo de Francia. Además, se ha erigido como el monumento más visitado en el mundo, con cerca de 7 millones de espectadores anuales.

Entre los actos relacionados con su aniversario, se dedicó una exposición de fotografías de mujeres y hombres que han trabajado en la Torre Eiffel. Un juego de aventuras que dura una hora y media, permite a los asistentes descubrir la historia de la torre al intentar encontrar indicaciones ocultas en diferentes rincones.

Además, se ofrecerán boletos de recuerdo del aniversario. La gente también puede degustar durante su visita un postre especial por la festividad que está planeada para el resto del año.  

Con información de Xinhua.