La condena del exmandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de 73 años, preso en Curitiba, fue reducida de de 12 años y un mes de prisión a ocho años y 10 meses, por parte del Superior Tribunal (STJ).

Con esta modificación, podría lograr prisión domiciliaria o pedir un régimen semiabierto desde el mes de septiembre, con derecho al trabajo diurno, de acuerdo con expertos judiciales, debido a que ya habría cumplido un sexto de su pena en prisión.

Los cuatro magistrados que componen el Superior Tribunal de Justicia (el quinto se había eximido de participar en la votación por conflicto de intereses) se manifestaron de forma unánime por una reducción de la condena. Los votos afirmativos hasta el momento son de Felix Fischer, el relator del Lava-Jato, Jorge Mussi, Reynaldo Soares da Fonseca y Ribeiro Danta.

La defensa pedía en realidad la anulación del juicio en primera instancia y, por ende, la de la condena impuesta en febrero pasado por la realización de reformas en otra propiedad, igualmente a cambio de contratos en la petrolera estatal. 

Desde que fue encarcelado, Lula permanece en una celda especial, de 15 metros cuadrados y adaptada a su condición de expresidente, en un edificio de la Policía Federal en Curitiba, ciudad del sur del país en la que tiene sede el tribunal a cargo de la operación Lava Jato contra la corrupción.

Sin embargo, medios brasileños advirtieron que el expresidente puede sufrir nuevas condenas que lo mantengan en prisión, como aquella por otros 12 años en un caso similar y que no ha sido confirmada. 

En ese segundo proceso, el asunto se refiere a una casa de campo en el interior del estado de Sao Paulo, que también le habría sido entregada a título de soborno a Lula, quien además enfrenta otras seis causas penales por supuesta corrupción.

Con información de Infobae.