Volkswagen de México concluyó  la instalación de mallas antigranizo en su planta de Puebla, para proteger sus diversos modelos automotrices de su producción importados a los consumidores globales y comercializados en territorio mexicano.

En los estacionamientos de la armadora poblana, ya luce una superficie de 393 mil 500 metros cuadrados a la redonda que evitará que los nuevos automotores se maltraten con la caída de granizo en sus carrocerías y cristales.

A través  de un comunicado, Volkswagen indica que las instalaciones que cuentan con esta protección comprenden tres patios de resguardo de vehículos: el patio central, el de vehículos terminados y el de exportación.

Los tres suman una capacidad de estacionamiento para cerca de 23 mil 700 unidades.

El consorcio alemán con presencia en Puebla puntualiza que esas nuevas estructuras o mallas antigranizo son la únicas herramientas que ahora emplea  en la planta, para proteger los vehículos de los daños que puede ocasionar el impacto de dicho material.

La firma indica que Volkswagen de México reafirma su compromiso con la calidad de los productos que entrega a sus clientes.

La historia

Fue la tarde del lunes 13 de agosto del 2018, derivado delas protestas de campesinos de zonas aledaña, cuando funcionarios de la VW realizaron una conferencia de prensa para explicar que los dispositivos sónicos antigranizo empleados en época pluvial son exclusivamente para adelgazar el granizo; no para inhibir la lluvia, además las sondas proyectadas no usan ningún componente químico que altere la biodiversidad de la zona aledaña a la planta, priorizó el gerente de Gestión Ambiental y Sustentabilidad de Volkswagen de México, Julio Marín Leal.

En aquella ocasión, el  vicepresidente de Relaciones Corporativas y Compiliance Officer de Volkswagen de México, Carlos Luna Ramírez destacó que la firma de autos alemana con sede en Cuautlancingo, siempre  ha trabajado del lado de la ley como lo corroboran todos los permisos ambientales certificados por el gobierno estatal.

Marín Leal reveló que la operación de dos dispositivos en la planta y en un perímetro cercano al estadio Cuauhtémoc es para evitar la formación de granizo de gran tamaño que afecte el parque vehicular terminado por los técnicos de Volkswagen, porque el granizo ha generado pérdidas por el orden de los 20 millones de dólares durante el 2017.

Esa vez, los directivos de VW de México, realizaron una presentación para aclarar que los “cañones” se emplean en zonas agrícolas de América del Norte, Sudamérica, Europa, Asia y Oceanía, Julio Marín detalló que los permisos son de la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (Sdrsot) de la administración estatal, además de los estudios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de la asesoría diaria de un meteorólogo para precisar el punto exacto en donde debe lanzarse la sonda.

Aquel día, Marín Leal aseguró que la empresa ha reducido en un 26 por ciento el consumo de agua entre 2010 y 2017, pagándose los derechos de consumo correspondientes a las autoridades. Explicó que la producción de un auto ensamblado en la planta emplea dos metros cúbicos (dos mil litros del líquido).

Luna Ramírez precisó que en el caso de los dispositivos sónicos, la empresa suspendió el uso hasta que Comisión Nacional del Agua (Conagua), documentó el funcionamiento para demostrar que no hay afectaciones en campos de cultivo.

Sara Marengo, gerente de la Oficina de la Presidencia de Volkswagen de México, destacó esa tarde que VW suma certificados en gestión ambiental y eficiencia energética, además de Industria Limpia emitido por la Profepa, y por más de una década ha promovido la conservación biológica y desarrollo de proyectos de biodiversidad y la reforestación de mil 200 hectáreas en territorio nacional.