Los grupos parlamentarios del PRI en las cámaras de Senadores y de Diputados señalaron la deficiencia de la política migratoria del gobierno federal que por un lado argumenta respeto a los derechos humanos y tránsito libre de los migrantes, y por el otro, endurece las políticas migratorias con el despliegue de la Guardia Nacional, debido a la falta de planeación y a la poca experiencia que se han evidenciado ante el complejo escenario que se presenta en la frontera sur.

Durante la sesión de la Comisión Permanente, en la que comparecieron los Secretarios de Relaciones Exteriores y de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón y Graciela Márquez Colin, los legisladores del PRI se pronunciaron por una política pública integral que evite el tráfico desordenado de personas y que establezca un protocolo de protección a los migrantes menores de edad.

En su intervención, la senadora Beatriz Paredes Rangel rechazó, enfáticamente, la posibilidad de que México sea considerado como tercer país seguro. Demandó, asimismo, una estrategia migratoria de desarrollo para la frontera sur con absoluto respeto a los derechos humanos.

La legisladora advirtió como una trampa de la historia, como una paradoja, que un gobierno de izquierda haya permitido la exigencia de endurecer la política migratoria y demandó que sean los principios del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, los que permitan el diseño de dicha estrategia regional.

Igualmente, dijo, es indispensable evitar el tráfico de personas y que se establezca un protocolo de protección a los menores migrantes, sin embargo, hablar de una estrategia de desarrollo sin previsión presupuestal puede ser simplemente buenos deseos o demagogia, concluyó.

Y en materia comercial, Paredes rechazó, a nombre de los legisladores priistas, que todos los acuerdos vinculados con el tratado comercial con Estados Unidos de América y Canadá, (TMEC) se suscriban sin la ratificación y el consentimiento previo del Senado mexicano.

“Por respeto a los senadores de la mayoría, y por respeto a la evolución democrática de nuestro sistema, exijo que se le dé el lugar que tiene al Poder Legislativo. Esperamos que esta omisión se subsane y se incorpore a un grupo plural de senadores en las siguientes etapas”, subrayó.

Al hacer la réplica del GPPRI, la diputada Dulce María Sauri subrayó que la gran crisis que enfrentó México y que puso en riesgo la estabilidad económica fue generada por el propio Gobierno, por una política migratoria errática, incongruente y contradictoria. La amenaza arancelaria del presidente Trump no se generó de manera espontánea, fue consecuencia de la gran desorganización del Gobierno federal y de la incapacidad de medir las consecuencias de las decisiones gubernamentales.

Lamentó la profunda debilidad de la política exterior de nuestro país y preguntó si ¿estamos pagando las consecuencias de un aislamiento global deliberado? ¿hemos perdido el liderazgo en la región? Y sugirió al titular de Relaciones Exteriores acudir a la reunión del G20 en Osaka, donde México exprese la preocupación y el compromiso en la solución de un tema de alcance global que impacta la situación nacional.

Y ante las medidas en materia migratoria a las que se comprometió México con el Gobierno de Estados Unidos, Sauri Riancho cuestionó cómo se alcanzarán estos objetivos si el Presupuesto de la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados para el 2019 quedó en cero pesos para el rubro de suministros básicos; el del Instituto Nacional de Migración se redujo más del 23 por ciento; el de la Coordinación para la Atención Integral de la Frontera Sur, en 27.5 por ciento.

¿Cómo van a cumplir los compromisos de atender a migrantes y refugiados si redujeron el presupuesto de esta manera? ¿Cómo va a hacer el Gobierno mexicano para garantizar las necesidades de albergue, alimentación, salud y educación a los migrantes?

Por un lado, se menciona el respeto a los derechos humanos y tránsito de los migrantes, y por otro, se endurecen las políticas migratorias y se despliega una Guardia Nacional con poca experiencia, conformada en su mayoría por militares, sin protocolos de actuación ante un escenario complejo como el que se presenta en la frontera sur; el Gobierno se compromete a dar atención a los migrantes, así como aquellos que sean rechazados por el país vecino del norte, y por otro, la política de austeridad a rajatabla, no prevé recursos para hacer frente a una crisis de esta naturaleza, sentenció.