Fueron 14 los jóvenes poblanos que luego de afrontar a la justicia, debido a diferentes circunstancias, y que se integraron al programa federal ‘Repensar’, concluyeron los cursos y talleres de las Subprocuradurías de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad, y Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la Fiscalía General de la República (FGR).

En este sentido, Luis Ángel Santiago Juárez, egresado de dicho programa, comentó que luego de participar en ‘Repensar’, recobró el sentido de la vida y la libertad, “estoy agradecido con el proyecto, no solo por ayudarme a mí, sino porque puede ayudar a muchos jóvenes más en todo México(...) Este año no podré estudiar la universidad, quiero prepárame físicamente y mentalmente”. 

Agregó: “Cuando yo estaba encerrado, lo único que podía pensar era que, qué bueno que había pasado por esto, porque a lo mejor si hubiera podido hacer lo que en ese momento quería, pues se me iba a hacer fácil y en el futuro iba a seguir y seguir, y luego iba a estar en un lugar, donde, ya no había retorno”.

Esta segunda generación de egresados fue apadrinada por Benigno Román Romano, director del sistema municipal DIF, quien hizo la invitación a los 14 jóvenes a reflexionar sobre las acciones y decisiones entorno a la violencia o delincuencia. 

Tenemos varias vertientes, una de ellas es la prevención, cuando la prevención selectiva es oportuna, estamos hablando de los estilos de vida que vas a generar, y este es el mensaje para ustedes: En donde puedes y debes hacer un alto, para repensar si el camino que estás recorriendo te está llevando para alcanzar metas”. 

Por su parte, José Ángel Prado García, Director General Adjunto de Operación y Patronato del Centro de Integración Juvenil, manifiesta que el 10.3% de la población entre los 12 y 65 años de edad ha consumido alguna sustancia ilegal.

Recordó que al combatir la demanda de sustancias ilegales, ya no facilita que los jóvenes puedan adquirirlas. 

El programa ‘Repensar’ de la FGR busca revenir conductas delictivas y violentas en jóvenes entre los 12 y 29 años de edad, mediante tres estrategias:

  • Captación efectiva del adolescente durante el proceso penal
  • Impartición de talleres socio-emocionales
  • Incorporación voluntaria de los beneficiarios, a una plataforma de regulación académica o incorporación al mercado laboral.