Este 1 de agosto termina finalmente una larga batalla que duró casi 24 meses, para que Luis Miguel Barbosa llegue a ser el quinto gobernador de Puebla en menos de cuatro años.

Lograrlo no fue fácil para el exsenador de la República, ya que tuvo que remar contra corriente en dos campañas electorales, en medio de un largo y desgastante pleito en tribunales.

Con el primer minuto de este 1 de agosto, Luis Miguel Barbosa Huerta se convertirá en el gobernador número 116 en la historia de Puebla desde el siglo XIX.

Pero será el primero proveniente de una coalición de partidos de izquierda, con la toma de protesta frente al Congreso estatal.

El largo camino y tortuoso, fue en medio de una de las épocas más difíciles y oscuras de Puebla, que se envolvió en inseguridad, así como en la zozobra política y social en el Estado.

Las adversidades

Desde finales de 2017, Luis Miguel Barbosa Huerta alzó oficialmente la mano para ser el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” a la gubernatura de Puebla.

Pero en ese entonces las circunstancias eran muy difíciles, ya que tendría que enfrentar a un trabuco no solo electoral, sino en contra a toda la infraestructura que gobernó tácitamente Puebla durante ocho años: el morenovallismo.

Al ir en la coalición encabezada por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), las oportunidades crecían.

En la misma jornada electoral se elegiría, además de gobernador, al Presidente de la República, con Andrés Manuel López Obrador como claro favorito.

Pero antes de ser abanderado, el 23 de octubre de 2017, fue nombrado como Coordinador Organizativo de Morena en el estado de Puebla, un cuasi candidato.

Casualmente, esa candidatura la disputó de manera virtual con Enrique Cárdenas, con quien casualmente, en un giro inesperado, un año después se volvería a ver la cara.

El exrector de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), había afirmado públicamente que sería el abanderado de Morena, por mandato de López Obrador.

Tras una encuesta interna en la coalición, Barbosa Huerta fue nombrado finalmente el candidato a gobernador, para registrarse oficialmente el 11 de marzo de 2018.

Desde, entonces inició una campaña en contra de lo que llamaba un posible fraude morenovallista, que después, insistió, se materializó el 1 de julio de 2018, día de la votación.

“Vamos a ir con todas las reglas y absoluta honestidad como lo establece la regla de nuestro líder Andrés Manuel López Obrador, la máxima prioridad en este proceso electoral es que López Obrador sea presidente”, dijo entonces Barbosa.

De este modo, inició la confrontación de lleno en contra de Martha Erika Alonso, quien representaba todo el morenovallismo o continuidad de su esposo, entonces ya senador y exgobernador, Rafael Moreno Valle.

La batalla

Los tres meses de campaña fueron arduos, en los que en todo momento, Barbosa insistió que se debían de blindar de fraude electoral que se avecinaba.

Finalmente, el resultado inicial de la elección dio como ganadora a Martha Erika Alonso, con el 38.04% de los votos,  957 mil 686 sufragios, contra 34.22% u 861 mil 501 votos de Barbosa.

Lo raro de la situación, es que aquella noche de domingo, al término de la jornada electoral, Consulta Mitofsky a nivel nacional dio por vencedor a Barbosa Huerta. A los pocos minutos se desdijo, cambiando el resultado para la morenovallista.

La jornada electoral en Puebla, fue la más violenta en el país, luego de que se registraron incluso tiroteos y robo de urnas con boletas comprobado.

Este pequeño margen en los resultados, provocó que iniciara un verdadero conflicto e inestabilidad política en Puebla.

Morena ganó casi todo, desde las presidencias municipales más importantes, hasta la mayoría del Congreso local y curules federales, además de que López Obrador arrasó en Puebla.

Por estos mismos resultados, Barbosa Huerta, afirmó que hubo un fraude encabezado por Rafael Moreno Valle.

La pírrica victoria de Martha Erika, con ventaja de alrededor 96 mil sufragios y la violencia el día de la votación, derivó que se solicitara la anulación de los comicios.

De este modo, se pidió un el recuento total de los sufragios emitidos, pues consideró que el principio de certeza se vio afectado por la existencia de anomalías en los cómputos distritales.

El recuento se dio por orden del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y, finalmente, el 29 de septiembre de 2018, nuevamente le dieron el triunfo a Martha Erika Alonso.

La judicialización del proceso electoral duró hasta el 9 de diciembre de 2018, cuando el TEPJF rechazó anular la elección y validó el triunfo de Alonso Hidalgo.

De este modo, la esposa de Moreno Valle tomó protesta como gobernadora de Puebla el 14 de diciembre de 2018 a la media noche en el Tribunal Superior de Justicia, luego de que temió ataques en su contra por parte de legisladores de Morena, quienes ganaron la mayoría del Congreso.

Pero el destino, tenía reservada una tragedia para el matrimonio que gobernaba Puebla.

El 24 de diciembre de 2018, a solo 10 días de haber tomado protesta, el helicóptero en el que viajaba la gobernadora junto con su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, cayó cerca en terrenos del municipio de Coronango.

En el accidente que cambió radicalmente el mapa político de Puebla en 180 grados, ocasionó la muerte de la pareja, de los dos pilotos y un ayudante.

Tras el incidente, Jesús Rodríguez Almeida, quien era secretario general de Gobierno, fue encargado del despacho del Poder Ejecutivo de Puebla.

Con la pareja Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle, murió también todo el movimiento político que controló Puebla durante casi una década.

La segunda carrera

Tras la turbulencia, el 21 de enero de este año, el Congreso de Puebla nombró como gobernador interino al priista Guillermo Pacheco Pulido.

Casi al mismo tiempo, el Legislativo convocó a elecciones extraordinarias diez días después del nombramiento del gobernador interino, para el 2 de junio.

Sin nubarrones en el horizonte, Luis Miguel Barbosa Huerta se convirtió en el amplio favorito para repetir candidatura, al estar muy arriba en las encuestas.

Pero su inclusión en la boleta también se trató de dinamitar, al grado de que el 27 de febrero, Martha Hidalgo, madre de Martha Erika Alonso, le escribió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador, para evitarlo.

Pero la solicitud pasó al olvido de manera rápida, para que el 20 de marzo, Miguel Barbosa se registrara nuevamente como candidato ante el Instituto Nacional Electoral (INE).

Ahora la contienda fue muy distinta, al ser el amplio favorito, además de que enfrentaría a Enrique Cárdenas, quien después de fracasar en su intento de ser candidato por Morena, buscó serlo de manera independiente.

Pero también el exrector de la Universidad de las Américas, fracasó al reunir apenas 24 mil de 124 mil firmas que necesitaba para ser abanderado.

Sin embargo, al no haber perfiles, los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), lo mandaron a participar contra su viejo conocido, Luis Miguel Barbosa.

Fue así como, finalmente, el pasado 2 de junio Miguel Barbosa Huerta venció al convertido panista y al priista Alberto Jiménez Merino.

Este 1 de agosto se cumplirá el objetivo de gobernar Puebla, encargo que terminará el 14 de diciembre de 2024.